¿Por qué son tan importantes los llamados pequeños detalles?

No puedo presumir de mucho en el mundo del baloncesto, pero sí de experiencia entrenando y de muchas horas dedicadas a formarme y a pensar en como mejorar a mis posibles jugadores y equipos. He aprendido con el tiempo, como supongo os habrá sucedido a los que me estáis leyendo, lo importante que son los pequeños detalles y la paciencia que debemos tener para hacer las cosas bien, en nuestro objetivo de conseguir que nuestros jugadores progresen y aprendan lo no aprendido.

Antes de hablar de LOS PEQUEÑOS DETALLES, me gustaría poner especial énfasis en lo tremendamente esencial que es ir paso a paso, sin querer correr mas de la cuenta en cualquier momento de la competición, armonizándolo con avanzar en la preparación, sin dejar de intentar ganar los partidos que vayan llegando.

El primer detalle por tanto que hay que cuidar es "ir despacio que tengo prisa", más vale poco bien aprendido que mucho sin haberlo asimilado con eficacia. Como dice el refrán "No dejes que los árboles te impidan ver el bosque".

El segundo detalle que siempre pasa por mi cabeza y siempre me preocupa, porque no es nada fácil conseguirlo es, ¿que hago para que todos avancen de forma conjunta y atienda a todos en lo que necesitan y para que progresen?, quizás mi experiencia de profesor unida a mi experiencia como entrenador me haya podido ayudar en esto, está claro que en una clase no se trata igual a un niño que tiene que recuperar materias, que al que saca bien el curso, que a algún niño de altas capacidades intelectuales (superdotados), pues bien algo parecido tendremos que hacer, ¿cómo?, no me queda mas remedio que romperme la cabeza y saber programar bien los entrenamientos, distribuir bien los tiempos y los espacios.

A menudo pongo en este blog muchos ejemplos de sistemas de ataque, pero tengo muy claro que mas que los movimientos en sí, es mucho más importante como los ejecutamos y los llevamos a cabo. En ese sentido intervienen cuatro factores que van a marcar la eficacia de las jugadas: 1) Nuestro nivel físico (velocidad, explosividad, cambios de ritmo, capacidad de salto, etc); 2) Nuestro nivel técnico (dominio de los fundamentos básicos) y 3) Nuestro nivel táctico (toma de decisiones, saber elegir las mejores opciones y entendimiento del juego) y 4) Nuestra mentalidad (Decisión, carácter, esfuerzo, resiliencia, etc).

A veces nos ocurre que un sistema de juego con un equipo al que hemos entrenado un sistema funciona y con otro equipo no, no hay que ser demasiado lince para saber que los llamados PEQUEÑOS DETALLES, habrán marcado la diferencia entre ambos equipos.

Hay detalles como el agarre del balón, el control postural cuando se recibe el balón, saber usar ambas manos, los cambios de ritmo y de dirección, los movimientos de pies bajo aro, los conceptos básicos de ataque y defensa, el jugar con la cabeza arriba viendo el campo, la lucha por la posición en el rebote, etc, que son fundamentales y que pase lo que pase voy a anteponer siempre que pueda a los movimientos y a los sistemas, porque estoy convencido que si los fundamentos los aprendemos bien y lo que es mas importante sabemos como y cuando aplicarlos, conformarán la llave del éxito, para que lleguen a buen puerto las jugaditas que tanto nos gustan a los entrenadores.

Hay tres detalles quizás de mayor calibre que hay que considerar siempre y que van por delante se cualquier sistema de juego: 1) Una buena ocupación de espacios (SPACING), 2) Saber jugar sin balón y 3) El timing (ir sincronizados correctamente sin adelantarse ni atrasarse en el movimiento).

Cuando hablamos de PEQUEÑOS DETALLES, también es extensivo a la defensa y a las transiciones (ofensivas y defensivas). Dedicamos horas y horas a realizar rotaciones y relevos defensivos y después fallamos en conceptos básicos y fundamentales como la defensa del 1c1, saber colocarnos para defender las líneas de pase, saber ocupar el lado débil, cerrar contundentemente el rebote, detalles del balance defensivo (impedir primer pase de contraataque, línea del balón, proteger el aro), ocupación de las calles en el contraataque, etc.

Este convencimiento personal creo que debe estar por encima de todo, si me apuran hasta del hecho de ganar partidos aún sabiendo que si si no se gana quién paga el precio es el entrenador. No puedo ser hipócrita y tengo que decir que como sucede a la mayoría de los entrenadores, siempre he luchado por ganar partidos y títulos (quién diga que no, miente), pero también he intentado que los jugadores progresen, crezcan y entiendan el juego.

Sin tener en cuenta la importancia de esos PEQUEÑOS DETALLES, aunque quizás no sean tan pequeños, será muy difícil conseguir la excelencia a la hora de defender y de atacar, muy por detrás de ellos deben de llegar la aplicación de nuestros sistemas de ataque y defensa.