Es curioso como funciona el mundo el deporte, en los últimos días todos estamos eufóricos con la Selección Española de Fútbol, queremos que se gane la Eurocopa, ensalzamos y magnificamos a tope el trabajo de la Selección, si echamos la vista atrás todo era cuestionado, se comentaba que Luis Aragonés no era válido, en general se le criticaba todo e incluso parece ser que ya tiene sustituto en preparado en la figura de Del Bosque.
Se ganan tres o cuatro partidos y pasa a ser en cuestión de días a ser el gran sabio, el mejor entrenador, el que mejor entiende a los jugadores, el que mejor utiliza sus mimbres, el que mejor plantea los partidos, el que mejor hace los cambios, etc.
¿Es que en tan poco tiempo ha cambiado sus métodos y sus enseñanzas?, ¿es que ahora se comporta de forma distinta?, por supuesto nada de eso, simplemente que se ganan los partidos y se consiguen los objetivos, y cuando pasa eso las victorias tapan todo.
En baloncesto pasa exactamente lo mismo, ahora se está cuestionando a Phil Jackson el entrenador de los Ángeles Lakers, con su famoso triángulo ofensivo y su filosofía zen, se ha tildado al técnico de los Lakers de paternalista y de demasiado tranquilo en su comportamiento. ¿qué se hubiera dicho si hubiera ganado la final de la NBA?, apuesto que todo lo contrario, seguramente se diría que es especial y diferente.
¿Ganar partidos es sinónimo de trabajar bien?, conozco magníficos entrenadores que en determinados momentos han tenido racha de derrotas e incluso fracasos que se han dejado la piel en el intento y que han trabajado si cabe mucho mejor que cuando las cosas iban bien, pero cuando han perdido los partidos han sido desfenestrados, y se les ha criticado hasta el detalle mas intrascendente, ha pasado con los mas grandes y es raro que a algún entrenador en alguna fase de su trayectoria no le ocurra.
A fin de cuentas la vida del entrenador es un tobogán que puede subir o bajar en función de múltiples factores y circunstancias, pero fundamentalmente dependiendo de los jugadores que pongan en sus manos y de los apoyos que reciba (aunque el mejor apoyo es siempre que lo dejen trabajar con tranquilidad). Pero lo que está claro es que si se ganan los partidos, se consiguen victorias se camufla todo y las críticas desfavorables se aparcan en el olvido.
Al hilo de lo que escribía al principio del artículo, esta semana al principio de la Eurocopa le decían a Luis que habían visto a algún jugador suyo en una discoteca, el veterano entrenador le contestaba al periodista que el jugador en su tiempo libre podía hacer lo que quisiera y que a lo mejor él lo acompañaba.
Recuerdo hace años que entrenando a un equipo en EBA, por supuesto cuando ganábamos partidos todo estaba bien y los directivos casi no se acordaban de mí, pero sin embargo cuando perdíamos había que convocar reuniones y siempre salía a la palestra que si el jugador fulanito o menganito lo habían visto de fiesta el fin de semana. Mi respuesta era siempre la misma, cuando ganaban no pasaba nada e incluso algún directivo le acompañaba, y que además yo no era ningún detective para vigilar lo que hacían los jugadores, les decía que si lo que decían era así tomasen las medidas disciplinarias al respecto y punto final (éramos un equipo semiprofesional). Nunca hicieron nada al respecto excepto una sola vez que pusieron una multa general, a las dos o tres semanas cuando se ganó algún partido la quitaron. Ejemplos de este tipo hay múltiples en el deporte y siempre es lo mismo, cuando se gana todo está bien y es que señores las derrotas reflotan los problemas y las victorias lo tapan todo.
Una excepción que confirma la regla y que tenemos todos muy reciente, el presidente del TAU Josean Querejeta ha tomado la decisión de no renovar a Neven Spahija, un entrenador considerado como más "blando" en el manejo del vestuario Pese a haber ganado dos títulos (Supercopa de España y Liga ACB), de los cuatro posibles dentro de la ultima campaña, Spahija fue despedido por el presidente del Tau Cerámica, dado que la forma de trabajar del preparador croata no "sintonizaba" con los deseos del primer mandatario baskonista y ha contratado al técnico Dusko Ivanovic mas afín a su filosofía que ya estuvo en el TAU.
Para mí esta decisión de Querejeta me parece de mucha personalidad y valentía, ha sido fiel a sus principios y mentalidad y sin tener en cuenta el hecho de conseguir las victorias, ha perseguido un método y un estilo de trabajo diferente. Le podrá salir bien o al, pero en este caso que ha demostrado de forma rotunda que las victorias no le han cerrado los ojos y sigue siendo capaz de ver el bosque.