Triunfo convincente
del Coviran Granada por 88-76 ante el Comercial Ulsa Ciudad de Valladolid. El
equipo de Pablo Pin decidió el partido en un gran inicio de último cuarto
gracias a un parcial de 11-0. El Palacio de Deportes, que acogió a 4.564
espectadores, se convirtió en una fiesta y albergará la próxima Copa LEB Plata.
Cristian Uta, con un doble-doble de 19 puntos y 12 rebotes, fue el mejor
jugador del partido con 28 de valoración.
No había dado
tiempo a que los espectadores ocuparan sus asientos cuando Graham-Bell ya había
demostrado sus muelles. El Comercial Ulsa CBC Valladolid dejó claro en el
primer minuto que no había venido al Palacio de paseo y suyas fueron las
primeras ventajas del partido. Una canasta de Sergio de la Fuente obligó a
Pablo Pin a solicitar el primer tiempo muerto del partido con 6-13 en el
electrónico. El Coviran Granada reaccionó y un triple de Joel Almeida lo acercó
en el marcador. La entrada de Cristian Uta revolucionó el encuentro y cuatro
puntos seguidos del rumano permitieron a su equipo acabar el primer acto con
una mínima desventaja (21-22).
El techo de la liga
le dejó el testigo a Adrian Bowie. El de Maryland anotó cuatro puntos seguidos
tras sendas recuperaciones, la primera culminada con un mate. Los locales se
pusieron por delante y el cuadro de Paco García reaccionó con un triple de
Sidibe. El partido se sumergió en ese momento en un intercambio de canastas que
rompió Carlos de Cobos con un triple. El entrenador pucelano pidió un tiempo
muerto gracias a un parcial de 7-0 de los locales. El Coviran Granada le había
cogido el ritmo al partido y llegó al ecuador con una ventaja de siete puntos
(48-41).
Un triple de Jesús
Fernández abrió el tercer cuarto y puso a su equipo diez arriba. Ventaja sobre
la que se movió el Coviran Granada durante estos diez minutos. La cuarta falta
de Tyran De Lattibeaudiere obligó a Pablo Pin a devolver a Cristian Uta a la
pista. El pívot le respondió con su mejor partido desde que viste la elástica
rojinegra y lideró un parcial de 7-0 que dejó el resultado de cara para los
locales de cara al inicio del último cuarto (64-53).
El equipo de Pablo
Pin había dado un acelerón al final del tercer cuarto y continuó con una marcha
más que su rival en el acto final. Un parcial de salida de 11-0 con triples de
Carlos Corts y Joel Almeida y una canasta de Cristian Uta puso al Coviran
Granada 22 arriba (75-53). Paco García paró el partido, pero el Palacio de
Deportes ya era una fiesta y no había quien parara a la plantilla de Pablo Pin,
que realizó un baloncesto alegre y efectivo en una perfecta comunión con la
grada, que despidió con una sonora ovación a Cristian Uta.
Al final, el
electrónico del Palacio de Deportes se cerró con un 88-76 que le permite al
Coviran Granada organizar y disfrutar en casa de la próxima Copa LEB Plata.
Además de Cristian Uta, que alcanzó los 28 de valoración gracias a un
doble-doble de 19 puntos y 12 rebotes, los principales activos del equipo de
Pablo Pin estuvieron en Carlos de Cobos, que acabó con 12 puntos, 7 rebotes y
24 de valoración, y Adrian Bowie, que sumó 15 puntos e idéntica cifra de
valoración que su compañero brasileño.
Ficha técnica:
Coviran Granada 88:
Carlos de Cobos 12, Adrian Bowie 15, Joel Almeida 9, Tyran De Lattibeaudiere 6
y Jesús Fernández 7 – quinteto titular – Carlos Corts 5, Ivan Milekovic 5,
Alejandro Bortolussi 10, Cristian Uta 19, Edu Pérez 0, Pablo García 0 y Germán
Martínez 0.
Comercial Ulsa 76:
Sergio de la Fuente 18, Graham-Bell 18, Miguel González 4, Mukendi 5 y
Wade-Chatman 17– quinteto titular – Pablo Esteban 2, Juan Lobato 2, Sidibe 7,
David Ortega 3 y Daniel Astilleros.
Árbitros: Jorge
Zumajo y Juan Ramón Hurtado. Sin eliminados.
Incidencias:
Partido correspondiente a la decimoquinta jornada de LEB Plata disputado en el
Palacio de Deportes ante 4.564 espectadores. Récord de la temporada en el
Palacio y en la categoría.
FUENTE: PÁGINA WEB FUNDACIÓN CB GRANADA (Fotos de Fermín Gutiérrez)
ADRIAN BOWIE, "Lo que no puedes enseñar a un deportista"
ResponderEliminarMe alegro mucho de los éxitos de Adrián Bowie con el Coviran Granada. Desde la óptica de baloncesto podemos decir mucho de Adrián como jugador; su visión completa de la cancha, su manejo del balón, su habilidad de penetrar sin preocuparse de los obstáculos físicos, sus cortes en angulo y cambios de ritmo tanto por delante como por atrás, velocidad, arrancadas, desbordamiento de defensas, fintas y todo su repertorio provocativo tanto siendo en posesión del balón como sin ello. Su tiro en suspensión, según algunos “expertos”, resulta lento en lo que es el soltar al balón, pero esto en mi humilde opinión es lo que podemos llamar, una crítica relativamente insignificante dentro del abanico técnico e disciplinado de Adrián. Es un jugador muy completo y, por lo tanto, siempre representa peligro y distracción para el enemigo que no le otorga el respeto que se merece. Curiosamente, todo lo que he mencionado de Adrián no representa la esencia y la profundidad de este chico de Maryland.
Hace unos años comiendo con Adrián tuve la oportunidad de percibir el valor real del Sr. Bowie dirigiéndole una pregunta que, a primera vista, podría ser considerado como algo insignificante; ¿Qué es lo que pretendes conseguir jugando a baloncesto? Respuesta, “Leave my mark” que se traduce en “Dejar mi legado”.
En resumen, un chico joven de Maryland, viviendo en un piso caracterizado por todo menos lujo y ganando 300 euros al mes no pensaba en hacerse rico sino en demostrar lo que es como persona e atleta….un competidor y luchador incansable en un mundo donde por desgracia los conceptos económicos se convierten en prioritarios en vez de secundarios. Para los amantes del baloncesto y del deporte en general, el legado de Adrian Bowie será siempre más significativo que los deméritos de los “tipazos” como los aduladores de un Diego Maradona.
El propósito de Adrián es de ser Entrenador de baloncesto. Sospecho que Adrian Bowie, una vez colgada sus botas, va a seguir dándonos lecciones de humanidad y de superación verdadera tanto como Entrenador/Formador de jóvenes en lo deportivo como profesor de historia. Es un hombre “completo” y bien definido dentro de todo lo que implica valores. Cualquier Padre hará bien en fiarse de Adrián y su legado de trabajo, dedicación y deportividad para entrenar y enseñar a su hijo/hija. Adrián es más que un atleta y su forma de pensar no resulta fácil de comunicar en los tiempos actuales de muchos derechos y cero responsabilidades.
COMUNICADO DE BILL MASTERSON