Aunque el baloncesto es un deporte en el que se conjugan muchos factores, es obvio que no podemos olvidar que los verdaderos protagonistas son personas que al final se relacionan como en la vida.
Durante una temporada se van a dar diferentes tipos de relaciones para un entrenador: 1) con la Directiva, generalmente con el Presidente del Club, 2) con el Director Deportivo o Coordinador de Deportes, 3) con los jugador@s, 4) con la prensa y demás medios de comunicación, 5) con su staff técnico, 6) con la afición, etc.
(Foto extraída del periódico digital Cordópolis)
En esas relaciones nos vamos a encontrar todo tipo de
personas, con mas o menos moralidad en su integridad, con todas hay que saber
relacionarse (un amigo mío suele decir lidiar) y como son personas muy
diferentes, no a todas se les puede tratar de la misma forma y hay que saber
entrarles de forma que seamos capaces de ganarnos su confianza, si lo
conseguimos tendremos mucho terreno ganado como entrenador.
Doy por hecho que todo el mundo desearía encontrarse con personas que vayan de cara, de frente, que no tengan recovecos, que sean claras y concretas, que no se escondan, que estén en los momentos buenos y malos, que no sean escurridizas, que miren a los ojos y que no sean oscuras, quién no da la cara es porque sabe o intuye que ha hecho algo que no está del todo bien. Pero por desgracia esto no es así y nos encontramos con la otra cara de la moneda.
No me importa que las personas se puedan equivocar, de hecho yo lo hago en multitud de ocasiones, pero si valoro mucho que admitan su error, que tengan la humildad suficiente para pedir perdón. En cierta medida es asumir su responsabilidad.
La responsabilidad implica ser consciente respecto a los compromisos que tenemos frente a los demás, es decir cumplir con lo pactado. Cuando se elude esa responsabilidad se rompe la confianza entre las partes.
A veces estas este tipo de personas pueden decepcionarnos completamente, suelen huir del conflicto o desaparecen del mapa sin ni siquiera pedir algún tipo de disculpa. Dejan que pase el tiempo y que todo se olvide en la mayoría de los casos, lo que hace que se vaya creando una bola cada vez mayor que aleja a las partes y que no conduce a nada positivo.
Y que hacemos ante esa situación, si no quieren contar contigo lo mejor es resolver lo que haya pendiente y pasar página, es lo mas sabio y lo mas sano.
En mi etapa como entrenador he tenido la suerte de que este tipo de personas han sido las menos aunque si que me he encontrado algunas que otras, os pondré algunos ejemplos:
El presidente subido a una canasta
Recuerdo a un presidente de un club con el que tenía contactos telefónicos casi a diario, que todos los viernes iba por el entrenamiento y que cuando los resultados no eran buenos dejó de hacerlo, intentaba contactar con él y no lo localizaba, yo notaba que algo raro pasaba, la semana antes de mi rescisión con el club (las cosas no iban bien), quise hablar con él y no había manera, al final tuvimos una conversación conmigo de pié en el parqué y él subido en unas escaleras arreglando un tornillo de una de las canastas, no se dignó ni siquiera bajarse para hablar de igual a igual, hablaba mientras con una llave inglesa seguía dale que dale al tornillo casi sin mirarme a los ojos, estaba claro que el desenlace de romper nuestro compromiso iba a llegar tarde o temprano, como después se confirmó.
El de la mopa, la radio local y el presidente que no cesaba a nadie
El presidente subido a una canasta
Recuerdo a un presidente de un club con el que tenía contactos telefónicos casi a diario, que todos los viernes iba por el entrenamiento y que cuando los resultados no eran buenos dejó de hacerlo, intentaba contactar con él y no lo localizaba, yo notaba que algo raro pasaba, la semana antes de mi rescisión con el club (las cosas no iban bien), quise hablar con él y no había manera, al final tuvimos una conversación conmigo de pié en el parqué y él subido en unas escaleras arreglando un tornillo de una de las canastas, no se dignó ni siquiera bajarse para hablar de igual a igual, hablaba mientras con una llave inglesa seguía dale que dale al tornillo casi sin mirarme a los ojos, estaba claro que el desenlace de romper nuestro compromiso iba a llegar tarde o temprano, como después se confirmó.
El de la mopa, la radio local y el presidente que no cesaba a nadie
En otra ocasión cuando llegué al pabellón para jugar un partido, la persona que se encargaba de limpiar y pasar la mopa me dijo que en la emisora local me habían puesto a caldo y que se iba a liar parda en el campo, efectivamente así fue, el presidente de ese club decía que allí nunca se había cesado a ningún entrenador, pero la estrategia que se siguió desde la trastienda e inducida por personas afines a la directiva (ellos hacían como que no sabían nada), fue la de crear una situación inaguantable para que yo dimitiera y así no tenerme que pagar nada.
Una conducta que puede ser que les diera resultado pero que no tenía ética ninguna, recuerdo que ese partido desde el salto inicial se jugó con un ambiente irrespirable, los reproches desde la grada hacia mí eran continuos, lo pasé francamente mal, recuerdo que un jugador mío en un tiempo muerto me dijo, ¡tranquilo Eduardo, no hagas caso y ve a lo tuyo!, al término del partido me tuve que quedar mas de media hora en los vestuarios para que se calmaran los ánimos. Lógicamente ese fue mi último partido en el que dirigí a dicho club.
Una conducta que puede ser que les diera resultado pero que no tenía ética ninguna, recuerdo que ese partido desde el salto inicial se jugó con un ambiente irrespirable, los reproches desde la grada hacia mí eran continuos, lo pasé francamente mal, recuerdo que un jugador mío en un tiempo muerto me dijo, ¡tranquilo Eduardo, no hagas caso y ve a lo tuyo!, al término del partido me tuve que quedar mas de media hora en los vestuarios para que se calmaran los ánimos. Lógicamente ese fue mi último partido en el que dirigí a dicho club.
La cláusula de mi contrato con prima por jugar la Fase de Ascenso
No siempre me han pasado situaciones de este tipo cuando las cosas han ido mal, también incluso yendo bien. En uno de los contratos que hice con un equipo puse una cláusula en la que se hacía constar que en el caso de meternos en el grupo de ascenso cobraría una prima correspondiente a una mensualidad (de esas cosas que se ponen que en principio son impensables y que las directivas suelen aceptar sin rechistar porque ni ellos mismos creen que se pueda lograr).
Todo fue bien hasta que de forma imprevista conseguimos meternos en la lucha por la fase de ascenso, los jugadores en sus contratos no habían incluido esa cláusula y cuando se enteraron que yo la tenía (un directivo bajo cuerda se lo dijo a algún jugador), se prendió una mecha absurda el equipo que no beneficiaba a nadie.
Comencé a notar que cuando yo entraba en el vestuario después de los entrenos los jugadores se callaban o cambiaban de conversación, cuchicheaban por lo bajini, hacían grupos que se dispersaban cuando me acercaba y me rehuían. Algo pasaba pero yo no sabía qué, mi duda se aclaró pronto ya que la directiva me dijo que querían hacer una reunión conjunta, os aseguro que fue desagradable porque cada cual se busca sus contratos y si ellos no tenían esa cláusula no era mi culpa ni de recibo su reacción. Si tenían que pedir o exigir algo era a la directiva pero no a mí (aunque no me parecía mal que ellos también quisieran verse premiados de alguna manera).
Lo que mas me dolió del tema fue que algunos de los jugadores cabecillas eran personas que no me lo esperaba (algunos los había tenido conmigo desde edades tempranas), ni los directivos ni los jugadores fueron de cara y formaron un lío que se podía haber evitado fácilmente si desde la propia directiva no se hubiera avivado el fuego, desde ese momento la confianza entre unos y otros nunca fue la misma.
El permiso a un jugador para no ir con el equipo y viajar por su cuenta
Comencé a notar que cuando yo entraba en el vestuario después de los entrenos los jugadores se callaban o cambiaban de conversación, cuchicheaban por lo bajini, hacían grupos que se dispersaban cuando me acercaba y me rehuían. Algo pasaba pero yo no sabía qué, mi duda se aclaró pronto ya que la directiva me dijo que querían hacer una reunión conjunta, os aseguro que fue desagradable porque cada cual se busca sus contratos y si ellos no tenían esa cláusula no era mi culpa ni de recibo su reacción. Si tenían que pedir o exigir algo era a la directiva pero no a mí (aunque no me parecía mal que ellos también quisieran verse premiados de alguna manera).
Lo que mas me dolió del tema fue que algunos de los jugadores cabecillas eran personas que no me lo esperaba (algunos los había tenido conmigo desde edades tempranas), ni los directivos ni los jugadores fueron de cara y formaron un lío que se podía haber evitado fácilmente si desde la propia directiva no se hubiera avivado el fuego, desde ese momento la confianza entre unos y otros nunca fue la misma.
El permiso a un jugador para no ir con el equipo y viajar por su cuenta
Otro hecho que me sucedió fue que un jugador me pidió permiso para no viajar con el equipo a un partido y desplazarse por su cuenta, me contó el motivo y yo lo encontré razonable pero como el presidente estaba presente en el entrenamiento le dije que se lo dijera también a él y el presidente le corroboró su autorización delante mía.
Mi sorpresa que fue que cuando yo me iba a subir en el autocar descubrí que el jugador iba montado en él, en principio no le dí importancia pensé que por cualquier causa había cambiado de opinión. Cuando paramos a desayunar le pregunté que hacía allí y me dijo que el directivo que hacía de delegado de equipo le había denegado el permiso, al directivo de turno le dije que no me me había desautorizado solo a mí sino también al presidente y que no iba a consentir esa intromisión en mi autoridad.
Mi sorpresa que fue que cuando yo me iba a subir en el autocar descubrí que el jugador iba montado en él, en principio no le dí importancia pensé que por cualquier causa había cambiado de opinión. Cuando paramos a desayunar le pregunté que hacía allí y me dijo que el directivo que hacía de delegado de equipo le había denegado el permiso, al directivo de turno le dije que no me me había desautorizado solo a mí sino también al presidente y que no iba a consentir esa intromisión en mi autoridad.
Al volver del partido contacté con el presidente le conté lo ocurrido, me pidió un informe se lo mandé y a pesar de que el mismo había autorizado el permiso tras intentar hablar con el tres días seguidos sin poder hacerlo (típico personaje que se quita del medio), me contestó al cabo del tiempo que me ponían una multa porque le dí voces al directivo de turno (no fue así tuvimos los dos una discusión en tono alto pero nada mas), lo sorprendente es que el jugador no fue capaz de sacar la cara por mí y me dejó con el culo al aire. El presidente se bajó los pantalones ante el directivo y tiró por el lado más fácil (aunque sabía que yo llevaba razón), encima no fue capaz de hablar cara cara conmigo salvo por teléfono y después para comunicarme la multa. Lógicamente dimití, no podía admitir que mi autoridad ante la plantilla se cuestionara y encima con la conformidad del presidente (lo de menos era la multa).
Momentos previos en las negociaciones de los entrenadores
Una de las mas típicas que se dan en el mundillo de los entrenadores (no solo a mi), es cuando estás en negociaciones para fichar por un equipo, mantienes una entrevista con los responsables del club y te dicen, ¡ya hablaremos! ¡te llamo y te lo confirmo! y esa llamada nunca llega, pasa el tiempo y nada de nada, generalmente contactan con otros, dejan la respuesta en suspenso y luego te enteras por la prensa o por fuera de que han fichado a otro entrenador.
Eso me ha pasado al menos en tres ocasiones que recuerde, una de ellas fue en un equipo que hablando con su presidente estábamos de acuerdo en todo, excepto en que le puse la condición de que un jugador que era clave en el equipo no se marchara (este tenía diferentes propuestas), pasaba el tiempo y no me contestaba hasta que un día me enteré que el jugador había renovado y ya habían fichado a otro entrenador, todavía estoy esperando su respuesta.
Una de las mas típicas que se dan en el mundillo de los entrenadores (no solo a mi), es cuando estás en negociaciones para fichar por un equipo, mantienes una entrevista con los responsables del club y te dicen, ¡ya hablaremos! ¡te llamo y te lo confirmo! y esa llamada nunca llega, pasa el tiempo y nada de nada, generalmente contactan con otros, dejan la respuesta en suspenso y luego te enteras por la prensa o por fuera de que han fichado a otro entrenador.
Eso me ha pasado al menos en tres ocasiones que recuerde, una de ellas fue en un equipo que hablando con su presidente estábamos de acuerdo en todo, excepto en que le puse la condición de que un jugador que era clave en el equipo no se marchara (este tenía diferentes propuestas), pasaba el tiempo y no me contestaba hasta que un día me enteré que el jugador había renovado y ya habían fichado a otro entrenador, todavía estoy esperando su respuesta.
Pregunto en voz alta, ¿no es mas fácil hablar con el entrenador en cuestión y decirle lo siento he pensado en otra opción que creo mas conveniente para el club, por esto, por esto y por esto? Se habla cara a cara y ya está. Esto es un mercado de oferta y demanda por qué andar con engaños, huidas, silencios y demás tonterías. Se trata de confianza, fiabilidad, franqueza, elegancia, clase, saber estar, etc, y la mejor manera de relacionarse es con la verdad por delante, sea lo que sea. ¡Mas vale ponerse una vez colorados que ciento amarillos!, ¿o no?
**He puesto varios ejemplos de situaciones diferentes, pero lógicamente ha habido muchas mas en mi trayectoria como entrenador. Supongo que a ustedes también les habrá pasado otras de índole diverso, si queréis contar alguna (sin poner nombres o lugares concretos para no molestar a nadie), pongo el Blog Viveelbasket a vuestra disposición, podéis exponerlas en la sección de comentarios o enviarlas al e-mail, maestroburgos@gmail.com
**He puesto varios ejemplos de situaciones diferentes, pero lógicamente ha habido muchas mas en mi trayectoria como entrenador. Supongo que a ustedes también les habrá pasado otras de índole diverso, si queréis contar alguna (sin poner nombres o lugares concretos para no molestar a nadie), pongo el Blog Viveelbasket a vuestra disposición, podéis exponerlas en la sección de comentarios o enviarlas al e-mail, maestroburgos@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario
- Queda registrada la IP, la fecha y la hora de cada comentario, siendo el autor del mismo el responsable de su contenido.
- Comentarios “off topic”
Esto es comentarios fuera del contenido de la entrada, y sin relación alguna con la misma. Serán eliminados.
-Comentario de Spam o comentarios incontrolados Utilización abusiva del blog, para incluir propagandas o notas e invitaciones a visitar páginas que no tienen nada que ver con el propio blog. Serán eliminados.
-Comentarios con insultos, descalificaciones,burlas o ironías degradantes.
Si se quiere una mayor participación en la búsqueda de la verdad, no resulta admisible el insulto y la descalificación. Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inadecuados.
- Limpieza del lenguaje
Se exigirá limpieza en el lenguaje evitando las palabras malsonantes y los tacos. Tampoco se admitirán comentarios escritos en lenguaje de “mensajes sms”.