Aceitunas Fragata plantó cara hasta el final pese a su merma física

El Aceitunas Fragata Morón salió derrotado de casa del líder, el Carrefour «El Bulevar» de Ávila, que consolida su posición en la tabla gracias a su acierto brutal en el tiro exterior. Pero también hay que decir que el equipo moronense no bajó los brazos en ningún momento, llegando a levantarse cuando peor pintaban las cosas. Finalmente, la falta de físico por las bajas y lesiones que el equipo ha sufrido esta semana, unido a la gran calidad de los locales, acabaron con la remontada.

Ya anunciábamos que no iba a ser un partido fácil, pues el C. U. M. Carlos Sastre es un auténtico fortín defendido por un equipo de muchísima calidad que desde el primer momento dejó claro que no iba a dejar que el Aceitunas Fragata acabase con su racha. Al comienzo del partido, los jugadores de Ávila asaltaron la canasta de Morón con varios triples implacables que desconcertaron un poco a nuestros jugadores. En los primeros 5 minutos, el marcador reflejaba un 14-6 que fue contestado rápidamente por el Fragata, dejando la ventaja local en un solo punto al final de este cuarto.

Y en el segundo parecía que la cosa iba a seguir con este ritmo ascendente, llegando el C. B. Morón a conseguir una efímera ventaja de dos puntos agarrándose a la fe (a veces demasiado impetuosa, pero son pecados leves de juventud) de Jesús Vargas y de un Mike Phillips del que ya no sabemos qué decir para no caer en la misma de siempre. Pero el equipo se encontró con la respuesta arrasadora del Carrefour con una batería de triples y entradas a canastas casi inapelables (Luka Nikolic, por ejemplo, acabó con 4 triples de cuatro intentos, y el porcentaje de acierto del equipo en total fue cercano al 50%). Al descanso, Morón palmaba 39-30.

La salida de vestuarios aventuraba más de lo mismo con un comienzo muy dubitativo, hasta que una vez más Jesús Vargas, con la ayuda de Álex Vergara y Juan Toledo (si la semana pasada decíamos que Marín tenía un corazón que no le cabía en el pecho, esta semana le toca a estos dos jugadores, que no lo han tenido fácil con las lesiones estos días), el equipo recortó mucho la distancia. También hay que destacar el partido de Guille Sánchez, cuya labor, insistimos, no siempre se ve recompensada en las estadísticas, pero además de sus ayudas habituales en defensa, fue un buen activo en ataque. Así, la distancia se achicaba plantando un parcial de 12-0 que enmudeció por momentos a una grada que ya estaba sobrepasada por los cerca de cien aficionados que se desplazaron hasta esta hermosa tierra de Castilla y León. Final del tercer cuarto con todo por decidir, 56-47.

Sin embargo, la merma física en los jugadores Aceitunas Fragata empezó a hacer su efecto en piernas (no es que fuese el factor decisivo para explicar la derrota, pero cuesta muchísimo preparar los partidos cuando no sabes si hoy entrenarás en Dos Hermanas, otro día lo harás en Alcalá o si directamente no sabes si podrás hacerlo por la precariedad de instalaciones) y cabeza por culpa de un Óbila que no se dejó intimidar. Los jugadores veían cómo el tiempo se iba acabando y todo el trabajo realizado no hacía apenas mella en el rival. Incontestable victoria del Carrefour, pero grandiosa imagen del Aceitunas Fragata Morón, que estuvo a punto de protagonizar una historia épica, pero que acabó con un 79-65 para los locales. Fantástico partido que han ofrecido los dos equipos y que demuestra por qué ambos lideraban la tabla hasta ese momento y por qué este año, la LEB Plata es una competición que merece la pena de verdad.

JUAN LUIS MÁRMOL (Aceitunas Fragata Morón)