EL TALENTO Y EL TALANTE (las dos "2T")

Si buscamos en el diccionario de la Real Academia de la Lengua, encontramos las siguientes definiciones de talento y de talante:

Talento: Persona inteligente con capacidad para el desempeño o ejercicio de una ocupación.
Talante: Voluntad, deseo, disposición personal, ganas o modos y maneras de ejecutar algo.
Si aplicamos estas dos palabras al mundo del baloncesto no es tan fácil encontrarlas a la vez en un jugador y mucho menos en un equipo. Esa debe ser nuestra misión cómo entrenadores, tratar de aunar talante y talento.

La selección española campeona del mundo consiguió su éxito a base de coraje, sacrificio, trabajo en equipo, inteligencia, saber estar, y sobre todo, deportividad. Talante y talento juntos en definitiva.
Hay una definición del Doctor Jota "Julius Erving" que me parece genial y que dice así: "El baloncesto es un juego de eficiencias físicas y mentales , una combinación de aptitudes innatas y adquiridas que cuando son apropiadas y eficazmente aprovechadas, se convierte en una mezcla de deporte y ballet".
Practicar el juego del baloncesto correctamente requiere resistencia, astucia, potencia, velocidad e intensidad, junto con una coordinación de centésimas de segundo y una gran dedicación para pulir innumerables habilidades.
Pero tenemos que tener dos cosas muy claras, a pesar de que un chaval tenga talento: 1) se tiene que construir cómo jugador poco a poco y 2) para pulir ese talento se requiere una dedicación absoluta.
El jugador con talento y al que queremos impregnar de talante, debe considerar al entrenamiento y a los ejercicios que en él se practican, cómo sus mas firmes aliados para ir perfeccionando su técnica, y su coordinación.
Si queremos llegar a ser un jugador completo, será necesario esforzarnos plenamente en el trabajo del día a día y en conseguir la máxima dedicación, así podrá aprovechar plenamente sus momentos en la cancha de juego para perfeccionar su estilo y mejorar en la toma de decisiones y en saber elegir las mejores opciones del juego.
El jugador que es capaz de conseguir combinar el talento y el talante, lo tiene todo para triunfar, tendrá serenidad, confianza, empaque y habilidades, y además sabrá conjugarlas tanto dentro cómo fuera de la cancha, (esto también tiene su importancia).
Este tipo de jugadores por lo general se convierten en líderes de sus equipos, deben ser los primeros en dar ejemplo, saben entusiasmar e implicar a sus compañeros, tienen empuje y saben conectar con su entrenador, buscando construir lo mejor para su equipo.
Otra faceta a destacar en ellos es que se dan cuenta de los aspectos de su juego que mas deben pulir, y saben trabajarlos con intensidad, siendo conscientes que ese perfeccionamiento se puede conseguir también fuera de temporada.
También comprende y entienden que deben trabajar tanto en defensa como en ataque, que lo mas importante no son sus números sino los del equipo, que no se es mejor sólo por anotar, sino que además hay muchos aspectos del juego que ayudan a brillar, y sobre todo a ser considerado de forma mas importante, por sus compañeros, entrenadores e incluso medios de comunicación.

Los entrenadores tenemos que animar a los jóvenes a conseguir la superación unificando ambas T (talento + talante), cuántos de ellos se han quedado en el camino (algunos de un talento extraordinario), pero sin los factores intrínsecos que lleva aparejado el querer y las ganas de llegar y mejorar a través de la disciplina, del entusiasmo y del trabajo duro e intenso en los entrenamientos.
Está claro que llegar a ser un jugador de 2T, requiere habilidades naturales, pero con el esfuerzo y la dedicación completa, se puede llegar a subir escalones y conseguir un perfeccionamiento en algunos casos impensable.