¿Pero realmente sucede que de verdad se es y se actúa como equipo en todas las situaciones y momentos?, aparentemente es una cuestión que se da por hecha y que casi todo el mundo acepta como normal pero no es tan fácil de conseguir como parece.
Hay muchos equipos que se motivan en los tiempos muertos y en las charlas previas con la palabra ¡EQUIPO!, esto no es nada causal bajo mi punto de vista sino que conlleva la idea de que es el fin que se pretende conseguir con la actuación de los jugadores en la cancha de juego.
Si desmenuzamos la idea que de forma implícita subyace bajo la palabra equipo tendríamos que pensar en dos premisas fundamentales:
1) EL TALENTO INDIVIDUAL AL SERVICIO DEL GRUPO.
2) DESTERRAR LOS EGOISMOS.
Son dos ideas que aunque las indiquemos por separado en la mayoría de los casos van cogidas de la mano y cuesta trabajo aislarlas completamente. Son dos objetivos que se consiguen con el trabajo diario a lo largo del año y que afectan tanto al entrenador como a los jugadores (el egoísmo forma parte de la persona independientemente del cargo que ocupe).
Conseguir que realmente se sea un auténtico equipo es lo que se persigue con verdadero ahínco en todo momento por parte del entrenador. Cuando se consigue crear una buena dinámica de grupo hay mucho terreno andado y en la mayoría de los casos se suele reflejar con un buen rendimiento en la cancha y el éxito posterior.
Pero no crean que esto es fácil de conseguir, ni mucho menos, hay que ser bastante psicólogo y saber dar y quitar en todo momento, tener autoridad y mano izquierda al mismo tiempo y eso créanme no es nada fácil. Hay que ejercer un liderazgo no impuesto pero si por convencimiento, marcar las directrices de lo que se persigue y al mismo tiempo de lo que se quiere hacer para conseguirlo. La comunicación y el diálogo entre los jugadores y el entrenador es básico para poder conseguirlo.
No podemos limitarnos como entrenadores a hablar con los jugadores exclusivamente de baloncesto (lo profesional), detrás de cada jugador hay una persona con su impronta y su personalidad, con sus problemas, anhelos y preocupaciones. Conocer un poquito de como piensa y de cómo es si no hay comunicación será muy difícil de llegar a entenderlo y de saber que cosas le podemos exigir o pedir y que cosas no. Si a esto unimos el problema del idioma (cada vez mas presente en las ligas españolas), el problema se engrandece, por eso hoy día para un entrenador dominar el inglés se antoja básico y fundamental.
ALGUNOS SÍNTOMAS DE EGOISMOS
a) En los entrenadores
-Anteponer la victoria y engordar su currículum por encima de todo (jugadores que juegan muchísimos minutos y escasas oportunidades para otros en partidos que están prácticamente decididos).
-Buscar mas el resultado que la formación del jugador (típico en categorías de formación, sirvan como ejemplos el uso indebido de la defensa de zonas en edades tempranas, o presionar a destajo a equipos netamente inferiores para apalizarlos).
-Creerse el dueño absoluto de la verdad y no oír también la opinión de sus jugadores y de otros miembros del equipo.
-No llevar a cabo un trato similar e igual con todos los jugadores, con mayor permisividad con los jugadores estrella y menos con los demás.
b) En los jugadores
-Estar preocupados solo de las estadísticas personales (principalmente de los puntos anotados que suele ser lo mas habitual).
-Su equipo consigue una victoria importante y si ellos han jugado pocos minutos poner caras largas y mostrar de una forma u otra su disgusto, no participando de la alegría de sus compañeros.
-Criticar los errores de sus compañeros o del propio entrenador (esto suele ser bajo cuerda y creando mal ambiente) durante los partidos o entrenamientos, sin mirarse a si mismos cuando son ellos los que los cometen.
-No admitir de buen talante las decisiones de su entrenador en los partidos, especialmente cuando juegan poco y se van al banco (gestos inequívocos que dicen muy poco), sin pensar que hay compañeros que también están en parecida situación y también merecen jugar minutos.
-No admitir su bajo rendimiento en ocasiones en lugar de apretar dientes y luchar por mejorarlo, tratando de ver en los demás las soluciones que están en ellos mismos (mayor empeño y esfuerzo en entrenamientos y partidos).
INVITACIÓN
Seguramente los entrenadores y jugadores que hayan leído este post tendrán en su mente muchos momentos mas de posible egoísmo. Si queréis aportar detalles de ellos os invito a que los enviéis a la sección de comentarios. Eso sí, con una condición (nada de nombres y situaciones particulares concretas). Espero vuestras aportaciones
Amigos seguidores de este hermoso deporte: los felicito por la pagina, les deseo felices fiestas y los invito a que conozcan mi página www.elbasquetquenovemos.com.ar .
ResponderEliminarUn saludo desde Mar del Plata, Argentina.