Cajasol Córdoba no pudo mantener su ventaja

No ha podido ser y Cajasol Córdoba 2016 ha caído por (70-74) c0n Tíjola, tras marcharse con una ventaja de 13 puntos al descanso (39-26).

El baloncesto no es una ciencia exacta, vaya como vaya un partido jamás se puede decir que ya está todo hecho, cada partido es un mundo y cada situación crítica se resuelve de la manera mas inesperada. Cualquier televidente que siga las transmisiones de ONDA MEZQUITA TV me habrá oído decir alguna de las frases anteriores a mi compañero Luis Fernando Garrido en alguna que otra ocasión.

El partido de esta mañana en Vista Alegre es difícil de explicar en cuanto a como un partido que se domina en el descanso de trece puntos (con buena defensa y buen juego de ataque), puede cambiar tan radicalmente de signo en el segundo tiempo.

¿Por qué sucedió?, generalmente cuando esto ocurre se juntan una serie de factores que se dan al mismo tiempo. Generalmente se suelen reducir a tres: 1) El aspecto psicológico, 2) Mejora de la intensidad defensiva (a través de la actitud y la fuerza que da el tener abundantes rotaciones) y 3) Inteligencia y saber templar en ataque (jugar con el tiempo en el marcador).

Pues bien, bajo mi punto de vista estas fueron las tres premisas fundamentales que llevaron a Cajasol Córdoba a la derrota ante Tíjola.

LO PSICOLÓGICO

Respecto al factor piscológico pensábamos que la marcha del partido en el descanso, junto a los fantasmas que podían aparecer en el equipo almeriense tras su derrota en la primera vuelta, podrían tener una influencia favorable a los cordobeses. Pero sucedió todo lo contrario en cuento consiguieron dar la vuelta al marcador, hubo un efecto boumerang sobre la psicología cordobesa que desencadenó su derrota.

LA INTENSIDAD DEFENSIVA (Las rotaciones)

La salida del segundo tiempo de los hombres de Antonio Herrera nada tuvo que ver con sus prestaciones en el primer tiempo, la defensa aumentó en varios grados su intensidad, se anticipaban todas las líneas de pase, se agobiaba al hombre balón, se cambiaba de forma automática en los bloqueos y se hacen continuos 2c1 en el poste bajo a los pívots, con las rotaciones y recuperaciones pertinentes. Un rodillo defensivo atenazó el ataque del equipo de Hugo Martín. Desde la defensa se construía el ataque tijoleño y los cordobeses empezaron a sufrir. Además de la actitud defensiva, cobraron fuerzas las mayores rotaciones del equipo visitante que conseguían que no se bajara nunca la intensidad de su juego.

INTELIGENCIA Y TEMPLE

Cuando los jugadores de Antonio Herrera se vieron arriba en el marcador empezaron a jugar posesiones largas y jugaron con el tiempo y el marcador. Es cierto que una reacción de última hora de los locales convirtiendo cuatro triples consecutivos les hizo tener opciones, pero en realidad todo el pescado ya estaba vendido, solo la ingenuidad de un gran jugador en ciernes Iván Martínez que sin necesidad se llevó un tapón de Suka (lo mas lógico era haberse parado y jugado con mas calma), le dio la opción a Ferrer de igualar el partido.

CONCLUSIÓN

Creo que los jugadores cordobeses dieron todo lo que pudieron en el campo y nada se les puede reprochar en deseo y ganas, pero llegaron extenuados al final del partido, mucho mas cuando Griffin que hizo dos antideportivas seguidas (este hecho se repite demasiado) estuvo casi todo el último cuarto fuera del campo. El equipo necesita una rotación mas, no solo por lo que teóricamente pueda aportar, sino porque causaría un efecto psicológico importante en el equipo y porque permitiría durante toda la semana practicar un 5c5 de calidad que despues se debe reflejar en los partidos.

Enlace: ESTADÍSTICAS DEL PARTIDO