El Olympiacos del gran Spanoulis, ¡menudo jugadorazo! y el Real Madrid de Pablo Laso jugarán el domingo a partir de las 20 horas para conseguir el título de la Euroliga y la supremacia europea.
En la jornada de hoy los griegos volvieran a realizar la proeza de remontar nueve puntos a un CSKA que se volvió a dormir en los laureles, eso sí no podemos hacer otra cosa que destacar al Señor Don Vasilis Spanoulis que estaba haciendo un partido malo con menos 8 de valoración y en los últimos 5 minutos del partido, se permite el lujo de estando su equipo diez puntos abajo, de anotar 11 puntos y como no el triple ganador del partido, llevando a su equipo Olympiacos a la gran final tras vencer por (68-70).
En el segundo partido de semifinales, con un llenazo absoluto en el Barclaycard Center de Madrid, el Real Madrid consiguió de la mano de Pablo Laso llegar a su tercera Final de una Final Four de forma consecutiva al vencer al equipo del Fenerbahçe turco por un resultado de 96-87.
Un resultado fundamentado en un segundo cuarto de ensueño (35-14). Las huestes del equipo blanco lideradas por un gran Gustavo Ayón (31 de valoración), el cuerpo a cuerpo entre Nocioni y Bjelica en el que la veteranía y saber estar del argentino sacaron del partido al MVP de la Euroliga, un excelente movimiento de balón buscando siempre un pase mas y con un gran acierto en el tiro exterior, prácticamente habían dejado el partido visto para sentencia en el descanso (55-35). El acierto en el tiro exterior con 14/30 en triples (muy en especial Rivers 5/6 y Sergio Rodríguez 3/6), terminó descomponiendo al equipo de Obradovic.
A pesar de que en el segundo tiempo el equipo otomano decidió endurecer el partido y creció muchísimo de la mano de Goudelok (26 puntos) y Vesely (20 puntos) y el Real Madrid tuvo algún problema con las faltas personales de sus pívots (eliminados Slaugther, Felipe Reyes y Gustavo Ayón), el equipo blanco no se descompuso y supo nadar y guardar la ropa jugando con el tiempo y el marcador, consiguiendo una victoria mas que merecida e incluso algo maquillada algo porque los blancos se dejaron ir un poquito en los últimos minutos.
El domingo habrá que empezar de cero, ambos equipos llegarán con la cabeza arriba y la autoestima crecida al gran objetivo de toda la temporada, los griegos por su forma de ganar el partido a todo un CSKA ruso, los madrileños porque juegan en casa y estarán motivadísimos. Pero cuidado con el exceso de euforia, cuando enfrente hay un equipo griego y en dicho equipo juega un señor llamado Spanoulis todo puede pasar, a veces es bueno tener memoria histórica y sin irnos demasiado lejos recordar el año anterior que el equipo español era el gran favorito tras derrotar al Barcelona y llegó posteriormente la derrota inesperada ante el Maccabi y la consiguiente decepción. De los errores se aprende y esperemos que la lección está ya aprendida.
Un resultado fundamentado en un segundo cuarto de ensueño (35-14). Las huestes del equipo blanco lideradas por un gran Gustavo Ayón (31 de valoración), el cuerpo a cuerpo entre Nocioni y Bjelica en el que la veteranía y saber estar del argentino sacaron del partido al MVP de la Euroliga, un excelente movimiento de balón buscando siempre un pase mas y con un gran acierto en el tiro exterior, prácticamente habían dejado el partido visto para sentencia en el descanso (55-35). El acierto en el tiro exterior con 14/30 en triples (muy en especial Rivers 5/6 y Sergio Rodríguez 3/6), terminó descomponiendo al equipo de Obradovic.
A pesar de que en el segundo tiempo el equipo otomano decidió endurecer el partido y creció muchísimo de la mano de Goudelok (26 puntos) y Vesely (20 puntos) y el Real Madrid tuvo algún problema con las faltas personales de sus pívots (eliminados Slaugther, Felipe Reyes y Gustavo Ayón), el equipo blanco no se descompuso y supo nadar y guardar la ropa jugando con el tiempo y el marcador, consiguiendo una victoria mas que merecida e incluso algo maquillada algo porque los blancos se dejaron ir un poquito en los últimos minutos.
El domingo habrá que empezar de cero, ambos equipos llegarán con la cabeza arriba y la autoestima crecida al gran objetivo de toda la temporada, los griegos por su forma de ganar el partido a todo un CSKA ruso, los madrileños porque juegan en casa y estarán motivadísimos. Pero cuidado con el exceso de euforia, cuando enfrente hay un equipo griego y en dicho equipo juega un señor llamado Spanoulis todo puede pasar, a veces es bueno tener memoria histórica y sin irnos demasiado lejos recordar el año anterior que el equipo español era el gran favorito tras derrotar al Barcelona y llegó posteriormente la derrota inesperada ante el Maccabi y la consiguiente decepción. De los errores se aprende y esperemos que la lección está ya aprendida.
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