La felicidad de un ascenso

En alguna ocasión que otra he escrito en el blog que el equipo que llevo en mi corazon desde niño es el Córdoba Club de Fútbol, es el único equipo con el que me pongo nervioso viendo los partidos en directo y por TV. El pasado domingo ascendió a 1ª División RFEF, para entendernos mejor la antigua 2ªB, nada especial pero es un primer paso para poder llegar a lo que corresponde y se merece que es como mínimo la segunda división aunque mi deseo es verlo en Primera División junto al Real Madrid, Barcelona,etc, y que se mantenga muchas temporadas, soñar es gratis.

Aunque el ascenso se celebró por todo lo alto y mucha gente fue feliz, se realizo fuera de casa, se desplazaron en torno a mil quinientos aficionados a Mérida y la fecha quedó grabada para la historia, luego llegó la consabida fiesta en la Plaza de las Tendillas de los jugadores y aficionados y seguramente culminará cuando el equipo juegue el próximo domingo a partir de las 12 horas ante la UD Las Palmas en el estadio del Arcángel ante su afición, lo lógico y normal es que el estadio esté repleto de cordobesistas.

                             (Pozoblanco vibrando en la Fase de Ascenso a Liga EBA, 1994-95)

Alguno al leer los párrafos anteriores se estará preguntando que tiene que ver esto con el baloncesto y la respuesta es obvia, en cualquier deporte y por tanto también en el baloncesto se vive la FELICIDAD DE UN ASCENSO y os puedo garantizar que para mí guarda un recuerdo imborrable, ya que en mi trayectoria como entrenador lo he vivido en dos ocasiones, ambas con el CB Pozoblanco, la primera de ellas en la temporada 1992-93 en la que ascendimos a Segunda División Nacional y la 2ª en la temporada 1994-95 en la que ascendimos a Liga EBA, en aquel entonces no se había creado la LEB ORO y la liga EBA era la segunda categoría nacional detrás de la ACB (los equipos jugaban con un solo americano y en nuestro grupo jugaban equipos como CB Granada, Ciudad de Huelva, Tenerife, Melilla, Oximeca, Cajasur, etc). Ese año ascendieron a ACB (CB Granada y Pamesa Valencia que estaba en otro grupo).

                        (CB Pozoblanco, Campeón de Andalucia 3ª División, Ascenso a 2ª División)

El primer ascenso lo celebramos ganando fuera de casa al CB Fuengirola. Recuerdo que se desplazaron desde Pozoblanco muchísimos aficionados, creo que en torno a 200, no se me olvidará nunca la cara de felicidad de directivos, jugadores y aficionados, trás el partido que fue por la mañana, recuerdo como nuestro autocar seguido de bastantes coches partículares, dió varias vueltas a una misma rotonda tocando el claxon, con una algarabia total y desplegando bufandas y banderas por las ventanas. Luego tras comer en un self-service de Fuengirola nos fuimos a un karaoke donde dimos lo mejor de nostros mismos, especialmente los jugadores, la canción estrella de aquel entonces era la famosa "Bailar pegados" de Sergio Dalma. La felicidad por el deber cumplido y por el objetivo logrado era exhuberante.

Pero si este ascenso fue bonito el segundo de los ascenso a Liga EBA, fue muchísimo mejor y mucho mas emocionante, primero porque no nos lo esperábamos y segundo por como se llevó a cabo. No éramos uno de los equipos favoritos para ello, habíamos quedado terceros de la Fase Regular en nuestro grupo y además jugábamos también contra los equipos canarios (Náutico de Tenerife y Claret de Las Palmas). La directiva pozoalbense tomó la decisión de solicitar la Fase en Pozoblanco y la Federación Española se lo concedió. Ocho equipos divididos en dos grupos disputaron dicha Fase (Oximeca, Cabra, Peñarroya, Pozoblanco, La Carlota, Unicaja y los anteriores mencionados equipos canarios).

Solamente dos equipos ascendian de forma directa, ningún equipo cordobés hasta esa fecha había logrado ascender de forma deportiva, sólo Cajasur lo había hecho pero logrando la plaza que dejó vacante Mayoral Maristas al fusionarse con Caja de Ronda y crearse el actual Unicaja. Todo un reto para el equipo, pero Pozoblanco y su gente se volcó con el equipo, llenando el pabellón en cada partido del equipo local y llevándonos en volandas a la gesta del ascenso, fue algo maravilloso. 

Quedamos primeros de nuestro grupo ganando en un partido épico a Náutico de Tenerife que tenía veteranos ilustres que habian jugado en ACB. En semifinales nos tocó enfrentarnos al Claret de Las Palmas (un equipo de jugadores jóvenes de mucha calidad filial del equpo que jugaba en ACB), con tensión y nervios pero poniendo el corazón y el alma en el partido, nuestros jugadores lograron ganar no sin dificultad el partido que valía un ascenso y el paso a la final jugada ante el Oximeca de Quique Gutierrez pero con los dos equipos ya ascendidos.

La fiesta que se vivió en el Pabellón Municipal de Pozoblanco, con más de 1500 espectadores apoyando en masa y aplaudiendo al equipo fue indrescriptible, el "frente tarugo" desplegó una "tifa" grandísima que ocupaba un lateral de la grada, algunos jugadores lloraban de alegria mientras se abrazaban, creo que a mi también se me escapó alguna lagrimilla, miraba emocionado a mi mujer estaba en la grada, sentí mucho que no se desplazaran mis hijos, los jugadores me mantearon, dieron una vuelta a la cancha y lo que vivimos fue alucinante, creo que a ninguno se nos olvidará. Por supuesto, no tiene ni punto de comparación celebrar la fiesta del ascenso en tu campo que a domicilio, aunque las dos formas de celebrarlo son estupendas e imborrables, nada que ver lo que se vivió en Pozoblanco con lo vivido en Fuengirola.

Luego la noche también fue interminable, con comida de los jugadores, prolongación de la marcha en discoteca, noche muy larga aunque se tenía que jugar la final contra Oximeca al dia siguiente, se jugó  entre dos equipos con muchas ojeras, pero ya daba un poco igual, los dos equipos ya eran de Liga EBA, ganó Oximeca de tres puntos y como dato curioso uno de los árbitros de aquella Fase Final fue el malagueño Daniel Hierrezuelo (uno de los mejores árbitros actuales de ACB).

No quiero ponerme demasiado pesado, la felicidad de un ascenso hay que vivirla desde denrro para tomar conciencia de lo que representa y de cual es su valor, pero está claro que cuando se vive como local en tu propia ciudad está llena de emociones y celebraciones muchísimo mas fuertes.