**A petición de Rafa Martín un seguidor del blog les escribo este pequeño artículo sobre la actuación del entrenador durante los descansos de los partidos de baloncesto**
-Cuando el entrenador se marcha camino del vestuario debe ir pensando y tener claro lo que va a decir, hoy día normalmente se tienen ayudantes (especialmente en categorías superiores) no estaría nada mal que se haga una pequeña cónclave antes de dar las instrucciones.
-Las instrucciones deben ser CLARAS Y CONCRETAS (no atiborrar de información).
-Lo lógico y normal es que se eche un vistazo a las estadísticas del 1º tiempo (siempre nos pueden ayudar).
-Dejaremos los primeros minutos para que el jugador se relaje (se refresque, les atienda el fisio, etc).
-Si apreciamos cualquier motivo de discusión entre los jugadores se cortará de inmediato. Hay que tener en cuenta que el jugador se pone nervioso y pasa pro momentos de mucha tensión. Por lo general la buena mentalidad y ambiente de equipo evita ese tipo de situaciones, pero se pueden dar en alguna ocasión y no debemos permitirlas.
-Haremos un breve resumen de lo que estamos haciendo bien y mal (no extenderse demasiado).
-Daremos las consignas estratégicas para el segundo tiempo. Sólo habla el entrenador, si nos paramos a oír muchas explicaciones y observaciones de unos y otros se nos irá el poco tiempo que nos queda. Aunque siempre puede haber matices y excepciones a considerar (pero que sean las menos).
-Autoconvencer anímicamente a los jugadores según la situación del partido. Si vamos ganando para que no se relajen y si vamos perdiendo haciéndoles creer en si mismos y que tengan fe para la remontada.
CONCLUSIÓN FINAL
Los descansos son de ORO, tenemos que aprovecharlos y sacarles el máximo rendimiento.
-Cuando el entrenador se marcha camino del vestuario debe ir pensando y tener claro lo que va a decir, hoy día normalmente se tienen ayudantes (especialmente en categorías superiores) no estaría nada mal que se haga una pequeña cónclave antes de dar las instrucciones.
-Las instrucciones deben ser CLARAS Y CONCRETAS (no atiborrar de información).
-Lo lógico y normal es que se eche un vistazo a las estadísticas del 1º tiempo (siempre nos pueden ayudar).
-Dejaremos los primeros minutos para que el jugador se relaje (se refresque, les atienda el fisio, etc).
-Si apreciamos cualquier motivo de discusión entre los jugadores se cortará de inmediato. Hay que tener en cuenta que el jugador se pone nervioso y pasa pro momentos de mucha tensión. Por lo general la buena mentalidad y ambiente de equipo evita ese tipo de situaciones, pero se pueden dar en alguna ocasión y no debemos permitirlas.
-Haremos un breve resumen de lo que estamos haciendo bien y mal (no extenderse demasiado).
-Daremos las consignas estratégicas para el segundo tiempo. Sólo habla el entrenador, si nos paramos a oír muchas explicaciones y observaciones de unos y otros se nos irá el poco tiempo que nos queda. Aunque siempre puede haber matices y excepciones a considerar (pero que sean las menos).
-Autoconvencer anímicamente a los jugadores según la situación del partido. Si vamos ganando para que no se relajen y si vamos perdiendo haciéndoles creer en si mismos y que tengan fe para la remontada.
CONCLUSIÓN FINAL
Los descansos son de ORO, tenemos que aprovecharlos y sacarles el máximo rendimiento.
Muchas gracias, muchisimas gracias
ResponderEliminar¿eres partidario de las broncas para espabilar a los jugadores? Es muy normal ver a entrenadores pegar voces en el banquillo en los descansos y tiempos muertos para motivar a sus jugadores (hoy por ejemplo lo he visto en el Cordoba-Cajasol a Gomariz dar un par de broncazos...). Creo que es dar mas presión al jugador... supongo que es un equilibrio dificil...
Tu mismo das la respuesta, lo importante es saber buscar el equilibrio.
ResponderEliminarEl entrenador es el que mejor conoce por lo general a los jugadores y debe saber que opción elegir en cada momento.
A mi no me gusta abroncar públicamente a los jugadores (mejor en privado), abusar de las broncas no me parece demasidado positivo y tampoco creo mucho en que sirvan de motivación (hay excepciones que confirman la regla), aunque alguna vez de forma esporádica suelen dar resultados.