**Al hilo del magnífico artículo escrito por Cano (AD Las Canteras), "Estamos perdiendo la esencia de nuestro deporte" y que tan bien ha sido acogido por los seguidores del blog (346 visitas hasta el momento), os transcribo el debate organizado por la Federación Madrileña de Baloncesto (que tiene cierta relación con el mismo) y que a mí me ha parecido mas que interesante**.
PRIMERO ESTÁN LOS NIÑOS, LUEGO NOSOTROS (Por Nacho García)
El lunes 24 se celebró en la sede de la Federación de
Baloncesto de Madrid la primera edición de los Debates FBM, herederos de los
Coloquios que nacieron en 2011, y que inciden en la vocación de estos:
intercambiar opiniones y experiencias para contribuir a la formación de los
entrenadores de base. El título del primer debate no podía ser más explícito: "La dirección de partidos en categorías de formación". Nacho García, primer
entrenador de Grupo EM Leganés y con una amplia experiencia en cantera, ofreció
un muestrario de ideas sobre cómo entrenar a los más pequeños, que resumió en
una frase: "Primero están los niños, luego nosotros".
Aunque las categorías de formación llegan hasta la edad
junior, el debate se centró en los más jóvenes, desde benjamín hasta
infantil. "¿A qué edad los niños son capaces de tomar decisiones
dentro de un partido?", preguntó Nacho García. Las
respuestas fueron variadas. "Desde que empieza a
jugar", dijo el técnico. En su opinión, el papel de
entrenador es guiar al niños en esa toma de decisiones, pero sin órdenes, solo
con refuerzos positivos. "En lugar de ¡pasa!, ¡levanta la
cara!; en lugar de ¡tira!, ¡mira el aro!". Y que el
niño, de cualquier edad, mire y decida.
Pero la competición puede ser enemiga de la formación. "Todos
los entrenadores queremos ganar, el que entrena a un ACB y el que entrena a un
benjamín, pero no puede ser nuestro fin último. No se puede ganar por encima de
todo", dijo Nacho García, que insistió en el reparto
de los minutos de juego. "El nivel no es lo más importante.
Tiene que primar la asistencia y el esfuerzo". No se
puede descartar a nadie, y, en este sentido, recordó al ejemplo de Felipe
Reyes, que, con 14 años, jugaba en el cadete C del Estudiantes. "No
se puede hacer una selección antes de que los niños estén desarrollados, sin
saber cómo serán más adelante. No podemos discriminar. Al que tiene más
problemas hay que ayudarle... pero sin decirle siempre lo que tiene que hacer,
porque entonces le anulamos la capacidad de tomar decisiones y cuando llega el
momento de decidir no sabe".
Nacho García recordó que "no somos
entrenadores ACB y no nos tiene que preocupar el resultado sino ser justos con
los niños en el reparto de minutos". Con los niños y
con los familiares, porque el técnico valoró el esfuerzo de padres y madres en
llevar a sus hijos a los entrenamientos y a los partidos. Además, si un jugador
no sale del banquillo se corre el riesgo de "perderlo
en el camino y que la temporada siguiente no esté. Por eso, en las mismas
condiciones de esfuerzo e implicación, todos tienen que jugar lo mismo".
Y es que, sobre todo, al jugador hay que motivarle. "El
desarrollo como entrenador no está por encima del desarrollo de los niños como
jugadores ni de su ilusión. Primero están los niños y luego nosotros",
sentenció Nacho García, que puso la labor formativa por encima de todo, incluso
de los títulos.
En esa formación no solo aparece el reparto de los minutos,
sino también el de las funciones, como subir el balón. "No
se puede intentar sacar beneficio tan pronto de las diferencias físicas. Todos
tienen que subir el balón", dijo Nacho García, que incidió
en otros aspectos externos a los entrenamientos pero que influyen en ellos,
como los posibles problemas personales o familiares de los chavales. "La
dirección de un equipo engloba muchísimas cosas", señaló,
antes de insistir en que, en formación, "el resultado del
partido es lo de menos. Lo importante que los doce acaben el partido
sonriendo". Así, entre anécdotas y experiencias
propias, trató conceptos como la motivación, el refuerzo positivo, el respeto a
las normas, el sentido común o la responsabilidad. "Las
normas que ponemos son para todos, para los niños y para nosotros". Y
también surgió la autocrítica: "No siempre el problema es de
otro. Si empiezo la temporada con 8 niños y la acabo con 5 hay que preguntarse
el porqué. A lo mejor el problema lo estoy generando yo".
El papel del entrenador es muy amplio. No solo contribuye a
la formación de su equipo, sino que también puede ayudar a la del
contrario. "Si entre nuestro equipo y el rival hay una diferencia de
nivel muy grande, no hay que hacer sangre... porque el baloncesto es para
todos, para los buenos y para los menos buenos. Estamos hablando de niños, no
de profesionales, y hay que tratarlos como niños". Todo
sin olvidar conceptos básicos, como la puntualidad y el respeto, que se aplican
a todos, a los niños y también a los padres. Para ello aconsejó entregar unas
normas de obligado cumplimiento a principio de la temporada.
TEXTO Y FOTO EXTRAÍDOS DE LA
WEB DE LA FEDERACIÓN MADRILEÑA DE BALONCESTO
Francamente este tipo de artículos me parecen muy bien y teoricamente maravillosos, pero que difícil es encontrarse en la práctica con un entrenador que de verdad trabaje en la formación de los niños y las niñas y no piense sólo en ganar. Esta misma temporada he sido testigo de como un entrenador se negaba a que sus jugadoras de ¡INFANTIL! saludasen al equipo rival al final del partido porque habían perdido. Sinceramente muy muy penoso... Muy decepcionante a veces el mundo del baloncesto donde la tendencia empieza a ser la misma que en el fútbol y sobre todo ganar a cualquier precio. Quizás la Federación debería empezar a sancionar determinados comportamientos de los entrenadores.
ResponderEliminar¿Tienes pruebas de lo que afirmas?
ResponderEliminar¿De quien se trata?
¿En que partido sucedió?
No tires la piedra y escondas la mano...que es muy fácil difamar desde el anonimato.