Almería Basket liderados por un acertado Povilas Bielisis progresa adecuadamente

Transcurrido un mes de competición y apenas tres partidos (hay quien lleva cuatro, hay quien dos), parece un poco precipitado pedirle cuentas al equipo y ponerle nota. Y sin embargo uno tiene la sensación de que sobre la mayoría de las cabezas que ayer se enfundaron la camiseta roja, dentro y fuera de la pista, sobrevuela esa inquietud, la de estar siendo examinados. 

Quizás por eso, por querer hacerlo demasiado bien demasiado pronto, las cosas no acaban de salir del todo perfectas (ni dentro ni fuera de la pista), y reina una cierta sensación de precipitación en las jugadas y de improvisación en la grada, con las aficiones de Adaba, CB Almería y El Toyo Basket (en adelante, y si me permiten de una vez por todas, ALMERÍA BASKET) buscando todavía ubicación y nombre a la hinchada; sus directivos corriendo a un lado y otro con boletos

para los sorteos, pancartas, micrófonos, cajas de tomates (sic). Pero, y no es poco, las cosas salen. El equipo gana los partidos que debería ganar y pierde los que podría perder; los jugadores, ansiosos por destacar, pierden todos los balones del mundo y a la vez se turnan para deslumbrar (ayer le tocó a Povilas Bileisis) mientras César Martínez se desgañita y hasta se desespera desde el banquillo. Mientras tanto, a ritmo constante, los fans en Facebook van creciendo, y los followers en Twitter, y cada vez se ven menos claros en unas tribunas del Moisés Ruíz que ayer se hicieron sentir mucho más.

No es que el partido fuera malo de solemnidad y a uno le apetezca hablar de otras cosas, que también. El encuentro tuvo su historia y ésta seguro que merece la pena ser contada, pero casi más por obligación que por dejar constancia de alguna jugada brillante, de un acierto táctico, de una irrupción rutilante de un nuevo jugador (ay, Luis Rueda, para quienes recuerden la primera jornada) o del despliegue de entrega y coraje de los sospechosos habituales (Taber y Benja, Benja y Taber). A decir verdad hubo un poco de todo eso y, aunque por momentos estuvo bien, supo a poco. Verán.

El partido tardó en empezar. No es que se retrasara por ninguna razón especial. Durante 4 largos minutos el partido pareció uno de esos ejercicios de comienzo de entrenamiento en los que se juega a pasarse la bola de cien maneras diferentes sin anotar. El circo terminó con 2 tiros libres de Povilas, quien ante el despropósito general decidió asumir la responsabilidad: 8 puntos suyos, incluyendo 2 triples, y un par de canastas de Cristian permitieron enmendar temporalmente el desaguisado y la segunda mitad del primer cuarto se pareció bastante más a un partido de baloncesto, con el debút y la primera canasta de Paco Vivar que daría la primera ventaja reseñable: 16-10.

Da apuro escribir que Paco Vivar iba a querer destacar en su presentación: tremenda obviedad. Lo que él ni nadie había previsto era que fuera por acumular más faltas que puntos en sus primeras intervenciones. Los nervios, qué les voy a contar. Esta sensación de descontrol dominó todo el segundo acto y se mantuvo hasta el final. Faltó dirección en pista (por una vez ni Álvaro ni Javi estuvieron bien) y, más allá de Povilas, a todo el que tiró se le hizo de noche, o muy lejos, o muy estrecho el aro. Enfrente la cosa tampoco pintaba mucho mejor. En varias ocasiones pudieron ponerse por delante o al menos empatar (21-20, 26-25, 29-26).

Llegaba entonces el despropósito, más que el acierto rival, castigado en la última de ellas, ya sobre la

bocina, con un espectacular alley-oop de Cristian. 31-26 a la mitad.

El tercero tuvo todavía menos historia. 13-13 en el parcial cerrado, de nuevo sobre la sirena, con un triple del omnipresente Povilas. El mojonero terminaría con 24 puntos en una serie de 6/13 en tiros de campo (¡5/10 en triples!) y un único fallo de 8 intentos desde la línea de personal.

El último cuarto fue el de la capitulación del CB Montilla, pundonoroso hasta el final aunque sin suerte en el tiro exterior. Por ahí vino el movimiento clave desde el banquillo local: un cambio a defensa zonal permitió cerrar el rebote e imponer un ritmo más alto en la transición al que los cordobeses, acusando el cansancio, sólo pudieron responder con faltas. La ventaja se amplió hasta los 15 (59-44 a falta de 3m7s) y en el interminable desfile por la línea de tiros libres (hasta 18 veces) los #hombresderojo no salieron tan bien parados, fallando 5 de ellos y bajando la tensión defensiva hasta el 69-60 definitivo.

El equipo (el club), ya lo ven, no está todavía para sacar nota, pero progresa adecuadamente. Como tiene que ser.

Ficha Técnica:

Almería Basket 69: Paquito (3), Cristian (8), Alberto (5), Povilas (24), A. Cueto (8) quinteto inicial Benja

(0), J. Cueto (4), José (7), Miguel (0), Isma (5), Paco Vivar (5), Sebas ().

Eurovent Montilla 60: García (18), De Castro (6), Martínez (8), Osuna (0), Delgado, J. (2), Valle (0), Jiménez (2), Delgado, D. (5), Lara (14), Algaba (2), Torres (0), Serrano (3).

Parciales: 16-10; 15-16; 13-13; 25-21.

Árbitros: Reina y Retamosa

Incidencias: Unos 350 espectadores en el Pabellón Moisés Ruíz. El Almería Basket estrenaba camisetas de calentamiento cortesía de Viajes Vertical. Quedaron fuera de la convocatoria de nuevo Luis Rueda e Ives.

Almería Basket se desplaza la próxima jornada a tierras malagueñas para enfrentarse al CB Vélez, conjunto que no conoce todavía la victoria.

COMUNICADO CB ALMERÍA