Hablemos de ser justos con los jugadores

Los entrenadores de baloncesto tenemos a nuestro cargo un grupo de jugadores o jugadoras, somos los encargados de conducir ese carro, de guiar a ese grupo que se ha puesto en nuestras manos, sea a nivel de iniciación, formación, de semiprofesionales o de profesionales.

Dirigir a un grupo conlleva muchas connotaciones de tipo cognitivo (trasladarles nuestros conocimientos), de tipo didáctico y pedagógico (proceso de enseñanza-aprendizaje), de los diferentes aspectos del juego (preparación física, Técnica y Táctica Individual, Táctica de Equipo), de tipo psicológico (conocimiento de las personas, trato, etc), de tipo afectivo (lazos de amistad, compañerismo e incluso cariño), de tipo social (relaciones entre los componentes del grupo), de transmisión de valores (responsabilidad, convivencia, generosidad, solidaridad, etc), de saber dinamizar y cohesionar al grupo (paso de grupo a equipo), de asignación de roles, de tratar de ser justos, etc.

En relación con el último punto, SER JUSTO CON LOS JUGADORES, hace poco escribí en twitter y facebook lo siguiente:

**El jugador debes saber que el estar mas minutos en la cancha no es un premio o un castigo, sino una consecuencia de un conjunto de factores (aptitud, actitud, disciplina, concentración, intensidad, etc).

Ni que decir tiene que esta afirmación, ha tenido muchas opiniones, muchos likes, retweets, comentarios, etc. Me ha gustado mucho el siguiente escrito por Rafa Vargas:

"La injusticia de los minutos... mira que mi experiencia en conjuntos de equipo, no es demasiado extensa, pero en la mínima, quiero pensar que de una manera objetiva, me he encontrado en más de una ocasión esa sensación de; "hoy debería haber jugado más".

Creo que este comentario puede ser muy representativo respecto a lo que cualquier jugador que esté en el banquillo puede pensar en un momento dado. Y al hilo de dicha reflexión me gustaría apostillar lo siguiente:

Ser justo no es repartir minutos entre todos los jugadores para que todos estén contentos, no protesten y no nos creen problemas, para mí eso no es ser justo es simplemente es ser "un bienqueda", creo que los dardos no van por ahí ni mucho menos. Ser justo es intentar dar a cada jugador los minutos que se merece por su trabajo, su esfuerzo, su implicación, su actitud, su aptitud, su intensidad, su concentración, su atención, su disciplina, etc, etc.   

Siempre habrá jugadores que se merecen muchos minutos, otros que se merecen menos y algunos que en determinados momentos no se merecerán ninguno y si se tienen que quedarse sin entrar en la rotación no pasa nada. Si somos capaces de graduar eso, el jugador lo capta, nos respetará y siempre estará dispuesto cuando le toque entrar en juego.

Los minutos de juego no se regalan, son un premio al trabajo permanente y constante de cada jugador, los minutos hay que ganárselos y dárselos al jugador en todos los momentos del juego. Dar minutos de basura en los momentos que todo está decidido, para bien o para mal, no suelen sentar bien a los jugadores, creo que cualquier jugador prefiere tres minutos de verdad a diez de lástima.

El sentido de justicia del entrenador va mucho mas allá del que implica el reparto de minutos, implica bajo mi punto de vista mucha mayor relevancia en el trato al jugador, me dá coraje cuando veo que un entrenador tiene un trato diferente con las supuestas estrellas de un equipo que con el décimo jugador por poner un ejemplo, se les abronca de diferente forma y eso si que no es justo. Y no solo eso tampoco es justo que al figura del equipo se le consientan mas fallos y errores que a un teórico suplente que a la mas mínima se le envía al banco. O incluso cuando un jugador cae lesionado prestando mas atención a los jugadores importantes del equipo que a los demás, o cuando alguien llega tarde y se reacciona diferente según de quién se trate. Todo ello tiene mas importancia de lo que nos creemos, el entrenador debe cuidar todo ese tipo de detalles y otros mas que se dan alrededor de un equipo.

La importancia de ser justo con los jugadores o al menos parecerlo (esto es broma pero a veces ayuda), será factor fundamental en la relación entre entrenador-jugadores y constituirá un eslabón esencial y fundamental en el funcionamiento de un equipo.