jueves, 14 de julio de 2022

CINCO REFLEXIONES EN VOZ ALTA DE UN ENTRENADOR VETERANO

Soy un entrenador veterano, pero todavía con pasión, ilusión e inquietudes. He entrenado durante muchos años, he pasado por todas las categorías desde mini a senior, he aprendido y sigo aprendiendo de todos cada día. Me he sentado delante de mi ordenador y he reflexionado durante un tiempo sobre mi evolución y sobre mis experiencias, muchas ideas casi de forma desordenada se me vienen a la mente, y he querido hacer algunas reflexiones que creo pueden ser interesantes y quizás ayudar a otros entrenadores, preferentemente a los que empiezan.


Perdonadme si mis ideas no van entrelazadas, pero más que un artículo sistematizado y ortodoxo quiero escribir con el corazón lo que en estos momentos pasa por mi mente, seguramente me arrepentiré después por no haber sido más detallista, pero de vez en cuando hay que romper con los cánones y decir lo que uno piensa, aunque eso no sea lo más políticamente correcto.

Reflexión nº1.-¿Qué tipo de entrenador quieren los clubs?

Los clubs quieren contratar un entrenador prestigioso y jugadores que sean una garantía para conseguir sus objetivos, fundamentalmente para su primer equipo o equipo estandarte. Y salvo excepciones trabajan con los equipos infantil, cadete, juvenil, etc, con el objetivo de conseguir campeonatos, más que pensar en esos jugadores cómo el vivero o futura base del club.

En muchas ocasiones suelen poner de entrenadores de esos equipos a jugadores seniors (no todos los exjugadores sirven para entrenar), ya retirados o bien a chavales jóvenes sobrados de voluntad y ganas, pero que debido a su bisoñez es difícil que puedan hacer un trabajo de enseñanza que consiga un máximo aprovechamiento.

¿Por qué no se contrata un entrenador que haya demostrado su categoría y conocimientos con su trabajo en otros clubs? Un entrenador que marque la línea a seguir a otros entrenadores de la entidad, que planifique de forma conjunta, sin por ello coartar la libertad de los demás entrenadores. ¿Un entrenador que se haga cargo de las categorías base dónde sus conocimientos puedan ser lo más fructíferos posibles para los jugadores y el club?

Reflexión nº2.-¿Qué quieren conseguir los entrenadores?

Muchos entrenadores, simplemente con hacer un cursillo inicial y sin los conocimientos mínimos necesarios, ya están pensando en ganar campeonatos y en llegar a ser el entrenador del equipo senior de su club. Precisamente a los jugadores que menos podrán enseñar, porque son jugadores que ya estarán hechos y formados, su objetivo primordial será ganar muchos partidos y conseguir resultados a corto plazo (para ellos ganar campeonatos es ser mejor entrenador).

Conozco a entrenadores con titulación superior que no tienen ningún interés por enseñar a los chavales de categorías formativas, precisamente los chicos/as que más necesitados están de este tipo de entrenadores con conocimientos, experiencia y dotes pedagógicas. Pero para este tipo de entrenadores, trabajar con este tipo de jugadores es casi cómo bajar un escalón muy importante en su status profesional.

¿Por qué los entrenadores que empiezan no trabajan durante dos o tres años al lado de entrenadores contratados, con experiencia, con conocimientos, etc.? Pienso que es bueno que recojan lo mejor de estos entrenadores y después lo lleven a la práctica cuando empiecen a andar en solitario. ¿No sería una manera importante de formarse cómo entrenadores?, yo sinceramente aprendí bastante de muchos buenos entrenadores que tuve cerca. 

Reflexión nº3.- ¿Planificación o improvisación?

Hay entrenadores (por suerte cada vez menos), que no planifican (si, así como lo oyen), van a los entrenamientos y trabajan en función de lo que se le viene a la cabeza ese día, o en función del número de jugadores que tienen, o por cualquier otra causa.

Rotundamente ese no es camino, el entrenamiento se debe planificar si es que queremos que se consigan los objetivos que pretendemos alcanzar. Los ejercicios físicos, técnicos y tácticos se deben de programar, estableciendo la temporalización adecuada. Tenemos que basarnos en un método de trabajo racional, progresivo y evaluable. Muchas veces observamos que se trabaja mucho un aspecto y otros casi ni se tocan, que se dedica mucho más tiempo al ataque que a la defensa, qué casi siempre nos limitamos a ejercicios con balón y apenas si trabajamos el juego sin balón, etc, etc. Si todo está planificado y organizado es difícil que se dejen lagunas y que se repitan conceptos más de la cuenta.

¿Significa esto que nunca apodamos improvisar? La excepción confirma la regla, y en un momento concreto y por una circunstancia determinada se puede hacer, pero no por norma o por costumbre. Si no nos organizamos adecuadamente correremos el riesgo de que los jugadores nos digan que se aburren y que se cansan de hacer siempre lo mismo. 

Reflexión nº4: ¿Nos precipitamos al enseñar?

A veces cuando hacemos nuestro trabajo cómo entrenador cometemos errores de precipitación, a mí personalmente me ha pasado, unas veces por defecto y otras por exceso.
Normalmente los errores por defecto vienen determinados porque comenzamos nuestro trabajo de entrenador sin tener del todo claro las premisas fundamentales que se deben dar en cualquier entrenador de baloncesto o de otro deporte.

No sé es del todo consciente de la importancia de saber que uno tiene que sacrificarse muchas veces, que es necesario tener voluntad de aprender, ser generoso para transmitir lo que se sabe, y disfrutar haciendo lo que de verdad se desea. También es importante ir moldeando nuestro carácter, para saber actuar en diferentes situaciones según convenga, y realizar un trabajo continuo y progresivo.
Si no se está mentalizado convenientemente y empezamos a entrenar sin los principios antes citados convenientemente arraigados, seguramente a la primera dificultad estos entrenadores se desilusionarán y se desorientarán, empezarán poco a poco a tener cada vez menos ganas de entrenar y terminarán por dejarlo.

El caso contrario es precipitarnos por exceso, el caso típico del entrenador que quiere decir tantas cosas a la vez, que quiere demostrar a sus jugadores lo mucho que sabe, lo bueno que es, la cantidad de jugadas y sistemas que conoce, etc. Al enseñar mete tanta información que termina por confundir a sus jugadores, porque estos necesitan tiempo para ir asimilando poco a poco dicha información. Lo que enseñemos debe estar de acuerdo con el poder de adquisición y asimilación de conocimientos de los jugadores que estén en nuestras manos (su edad, su capacidad intelectiva, etc). La enseñanza debe ser precisa, continua y corrigiendo los errores que vayan apareciendo. De esta manera conseguiremos que los jugadores progresen con una buena base de fundamentos técnicos y tácticos bien afincados y procesados en su mente. 

Reflexión nº5: "¿Cómo debe ser el trato con los jugadores? 

Sin darnos cuenta a veces tratamos a unos jugadores de una manera y a otros de otra, a unos jugadores les perdonamos todo y a otros nada (unos van al menor fallo al banquillo y otros tienen bula), es decir no somos imparciales, nos dejamos llevar por la subjetividad, unas veces porque nos caen mejor o peor, otras porque son las "estrellitas" del equipo y queremos tenerlas contentas, otras en función de quién esté presente en el entrenamiento para quedar más o menos bien de cara a esas personas (directivos, padres, etc) y por otras circunstancias que en un momento dado se puedan dar. 

La "imparcialidad"debe ser el primer principio del trato del entrenador con los jugadores. Otra cuestión es que a veces les damos más importancia a unos jugadores que a otros, y esto no debiera ser así, "todos los jugadores son importantes", no hay que hacer distinción entre titulares y suplentes en cuánto al trato. 

Los jugadores deben saber y sentir que el entrenador está al lado de todos, que nos interesemos por sus cosas (estudio, trabajo, etc). Los entrenadores somos sus guías y si nos ganamos su confianza nos podrán consultar, de esa manera se crea un clima positivo al respecto que se traslada a la cancha y eso ayuda muchísimo en los momentos de partido, especialmente en los que aparejan tensión. 

Las típicas broncas y correcciones individuales, que se hacen de forma desproporcionada a un jugador, bien delante de sus compañeros o con la presencia del público no suelen servir para nada, sino para humillar al jugador y que no nos de la respuesta que esperamos de él. Si tenemos que corregir o incluso abroncar a un jugador si es por algo individual, debemos de hacer en un aparte y separado del grupo. Si corregimos o abroncamos a todo el conjunto entonces si podemos hacerlo en presencia de todos los jugadores, o en momentos de intimidad del equipo (en los vestuarios, reuniones especiales, etc). 

Debemos buscar siempre en la relación entrenador-jugador un "trato humanizado". Se trata de que consigamos "disciplina, pero con amenidad", en todas las facetas de nuestro trabajo (entrenamientos, viajes, partidos, etc). A veces se consigue más con el típico dicho de "palizas con caricias", que, con cualquier autoritarismo mal entendido, que puede tener un efecto inmediato incluso positivo, pero que a la larga será lo contrario y seguramente nos cargaremos la conexión y la unión tan importante que debe haber entre los miembros que conforman un equipo.

Si queremos conseguir éxitos en nuestra labor cómo entrenadores no podremos hacerlo nunca si no contamos con los jugadores, los entrenadores dependemos fundamentalmente de ellos, por eso es tan importante "formar un todo con los jugadores"es decir lo que siempre se oye decir cómo tópico de "formar piña".

Todos los que nos dedicamos a la enseñanza de cualquier deporte, en este caso el baloncesto, debemos tener clara la importancia que tiene nuestro trabajo, tanto en el aspecto físico, técnico, táctico cómo en el psicológico y social. para que nuestro trabajo sea provechoso tenemos que tener siempre presentes unas premisas fundamentales como son: una gran dedicación, un estudio constante y actualizado y una gran humanización en el trato en todas nuestras actuaciones.

4 comentarios:

  1. Saludos Eduardo excelentes palabras que me llenan a un más de conocimientos, las experiencias suman al igual que los partidos, dejan gran enseñanza del entrenador Formativo al profesional. Reanimar es importante GRACIAS

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  2. Jaime Rivera ocampo14 de julio de 2022, 16:31

    Que excelentes reflexiones , totalmente de acuerdo ...un entrenador como decía mi abuelo debe ser educado con amor y rigor
    Y si queremos mejorar , tendremos que tratar de mejorar todos sin preferencias . Gracias siempre estoy atento a sus artículos y a compartirlos pues se nota el conocimiento y la practicidad de los mismos .mil gracias

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  3. Exelente artículo coach 🤝muchas gracias por compartir estás líneas tan productivas,saludos desde guerrero México

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  4. Entrenador lo felicito, por está aportación tan importante en nuestro quehacer, nos hace falta trabajar mucho las emociones, que son fundamentales en el desarrollo de nuestros alumnos, padres de familia y entrenadores y Cuernavaca, morelos

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