El baloncesto sin trabajo en equipo es sinónimo de fracaso

En el deporte del baloncesto todos los miembros del equipo deben colaborar y estar en la misma sintonía para poder ganar, pero trabajar en equipo no es simplemente reunirse un grupo de personas es algo mas que eso.

Cuando hablamos de trabajar en equipo implica compromiso de todos, es necesario que haya armonía, voluntad, creatividad, cooperación, liderazgo y organización entre todos sus miembros.

Si entre los miembros de un equipo de baloncesto existe compenetración, colaboración y compromiso, todo fluye de manera mas natural, rápida y eficiente. Sin embargo no es fácil lograr esa coordinación entre todos. Debemos pensar que cada jugador piensa de forma diferente y si cada uno quiere imponer su opinión posiblemente vayamos al caos, conseguir un equilibrio de opiniones y pensamientos de todos los componentes del equipo será sin duda lo que nos puede conducir al éxito.

Todos los componentes de un equipo de baloncesto forman un equipo de trabajo, pero eso no significa que trabajen en equipo. El concepto total de la palabra equipo comienza a generarse cuando nos integramos unos con otros, cuando aportamos ideas creativas par resolver los problemas que surjen, cuando nos toleramos unos a otros, cuando tenemos en cuenta la opinión de los demás y aceptamos las diferencias de criterio, cuando aunamos fuerzas y evitamos las discusiones que puedan crear divisiones entre los miembros del equipo y cuando nos olvidamos de los egoismos personales poniendo lo mejor de si mismos al servicio del colectivo.

Si no existe un clima agradable de trabajo, si existe negatividad y no estamos motivados, si no somos perseverantes en el esfuerzo, si no todos se involucran en el grupo, si no hay confianza mutua, si los objetivos comunes no están lo suficientemente claros, la eficacia del trabajo en equipo se irá a pique y se fracasará.

Hablar de un equipo de baloncesto no se refiere exclusivamente a los jugadores, hay que incluir también a todo el staff técnico (entrenador-jefe, entrenadores-ayudantes, médicos, fisioterapeutas, delegados, jefes de prensa, utilleros, etc).

Cuando hablamos de equipo se demuestra igual dentro como fuera del campo, en los entrenamientos, en los partidos, en los viajes, en las concentraciones y en el día a día. Reuniones informales para tomar un refresco o cervecita (sin abusar), comer, cenar, celebrar cumpleaños, barbacoas, peroles en Andalucía, etc, favorecen la convivencia y fomentan el espíritu de equipo. 
Otro aspecto importante es que los jugadores y técnicos se sientan orgullosos de pertenecer a ese equipo, que se sientan partícipes del proyecto, a eso le llamamos “identificación”, generalmente los jugadores de la tierra suelen estar identificados con los colores del equipo, pero tenemos que lograr que todos los demás también se identifiquen
Pero cuando se ve el significado auténtico de la palabra equipo, es en “la forma como se reacciona ante la adversidad”, ahí es donde mas se aprecian las virtudes de un equipo, de sus jugadores, de sus entrenadores y de sus dirigentes. En las victorias todo son parabienes y palmaditas, estamos cansados de ver en las derrotas esos momentos terribles que todos llamamos “la soledad del entrenador”, momentos en que los dedos acusadores siempre van en la misma dirección, por parte de la prensa, de los directivos, de la afición e incluso de algunos jugadores egoístas que suelen por detrás y sin dar la cara (para salvar su pellejo en la mayoría de los casos), echarle la responsabilidad a otros sin mirar lo mas mínimo hacia si mismos. 

Ser ejemplo de un equipo de baloncesto

Mas de una vez hemos dicho o hemos oido decir  "han jugado como un verdadero equipo" o "se han desenvuelto como un autentico equipo", ¿en base a qué hacemos estas afermaciones o aseveramos tales comentarios?

La fuerza como equipo se dará cuando contamos con todos los jugadores totalmente implicados, participan todos los jugadores con gran reparto de minutos y rotaciones, es decir cuando todos se sientan importantes y partícipes del éxito.

El ideal que todo entrenador persigue (lo individual al servicio del colectivo), no se conseguirá nunca por arte de magia, se logra y se favorece con el trabajo diario, se traslada a los partidos y al trabajo de toda la temporada.

Siempre hacemos hincapié en lo importante que es jugar en equipo, hay equipos que con su forma de actuar dan auténticos cursos intensivos y prácticos de su fuerza como conjunto.

Rasgos que definen trabajo de un equipo en la cancha

-Defensa con múltiples ayudas

-Solidaridad en los esfuerzos

-Asistencias cuando es necesario

-Un pase mas cuando hace falta

-Reparto de las funciones anotadoras

-Equilibrio del juego interior y exterior

-Equilibrio del juego de ataque y defensa, todos corren hacia adelante en las transiciones ofensivas, pero también hacia atrás en el balance defensivo.

-Doblar al mejor tirador posicionado para tiro exterior.

-Rebotean los cinco a la vez.

-Ocupación mejor de los espacios.

-Trabajo coordinado de traps (2c1), rotaciones y recuperaciones.

-Circulación buena y fluida del balón. 

-Ser disciplinados y admitir las decisiones del entrenador, cambios de jugadores,  instrucciones en los tiempos muertos, admitir el rol que el entrenador dé a cada uno en  jugadas críticas o decisivas.

-Que nuestros compañeros sientan que estamos a su lado, interesándose por su estado de ánimo, apoyándole y minimizando sus posibles errores.

-Apaciguarles cuando apreciamos que están alterados o enojados (intentar que no protesten y que con su actitud les piten una técnica y perjudiquen al equipo). En otra ocasiones hablarles y tranquilizarlos para que no suban la tensión del equipo en momentos difíciles.

Lo que no ayuda a fomentar el trabajo en equipo

La antítesis de todo lo que hemos dicho nos llevará a lo que no debemos hacer si no queremos perder el espíritu de equipo:

-Hacer la guerra cada uno por su cuenta.

-Ataques poco solidarios.

-Llegar al ataque y acabar casi sin mover el balón, no trabajar a la defensa de forma adecuada para buscar las mejores opciones.

-Que cada jugador en su afán de resolver la situación tome iniciativas inadecuadas. Yo le llamo a esto "jugar sólos contra el mundo".

-No estar organizados, contra un equipo organizado si tu no lo estás, terminas por caer en sus redes y claudicas ante su fortaleza colectiva.

-No implicarse todos en defensa, no estar pendientes de las ayudas, de las rotaciones, de las recuperaciones, no bajar todos a defender, etc. 

-Molestarse cuando un jugador es cambiado por su entrenador y manifestar su disgusto con gestos o comentarios.

-No esforzarse al máximo en entrenamientos y partidos.

-No estar con los cinco sentidos en el banquillo (esperando la ocasión de cuando nos toque salir a jugar).

-Distraerse en los tiempos muertos (sucede muy en especial tras ser cambiado, el jugador piensa que aquello que se está diciendo parace que ya no vá con él, no atiende y a lo mejor al minuto tiene que salir a la cancha).

-No estar dispuesto a ayudar al compañero a mejorar su ánimo, a que se tranquilice y se serene y no procuparnos egoistamente nada mas que de nosotros.

-No ayudar al entrenador en su toma de decisiones y facilitarle su labor.

El trato del entrenador influye notoriamente en el trabajo en equipo 

Sin darnos cuenta a veces tratamos a unos jugadores de una manera y a otros de otra, a unos jugadores les perdonamos todo y a otros nada (unos van al menor fallo al banquillo y otros tienen bula), es decir no somos imparciales, nos dejamos llevar por la subjetividad, unas veces porque nos caen mejor o peor, otras porque son las "estrellitas" del equipo y queremos tenerlas contentas, otras en función de quién esté presente en el entrenamiento para quedar mas o menos bien de cara a esas personas (directivos, padres, etc) y por otras circunstancias que en un momento dado se puedan dar. La "imparcialidad", debe ser el primer principio del trato del entrenador con los jugadores.
Otra cuestión es que a veces les damos mas importancia a unos jugadores que a otros, y esto no debiera ser así, "todos los jugadores son importantes", no hay que hacer distinción entre titulares y suplentes en cuánto al trato. Los jugadores deben saber y sentir que el entrenador está al lado de todos, que nos interesemos por sus cosas (estudio, trabajo, etc). Los entrenadores somos sus guías y si nos ganamos su confianza nos podrán consultar, de esa manera se crea un clima positivo al respecto que se traslada a la cancha y eso ayuda muchísimo en los momentos de partido, especialmente en los que aparejan tensión.
Las típicas broncas y correcciones individuales, que se hacen de forma desproporcionada a un jugador, bien delante de sus compañeros o con la presencia del público no suelen servir para nada, sino para humillar al jugador y que no nos de la respuesta que esperamos de él. Debemos buscar siempre la relación entrenador-jugador un "trato humanizado".
Se trata de que consigamos "disciplina pero con amenidad", en todas las facetas de nuestro trabajo (entrenamientos, viajes, partidos, etc). A veces se consigue más con el típico dicho de "palizas con caricias", que con cualquier autoritarismo mal entendido, que puede tener un efecto inmediato incluso positivo, pero que a la larga será lo contrario y seguramente nos cargaremos la conexión y la unión tan importante que debe haber entre los miembros que conforman un equipo.
Si queremos conseguir éxitos en nuestra labor cómo entrenadores no podremos hacerlo nunca si no contamos con los jugadores, los entrenadores dependemos fundamentalmente de ellos, por eso es tan importante "formar un todo con los jugadores", es decir lo que siempre se oye decir cómo tópico de "formar piña".

Hay un dicho célebre que dice: "la unión hace la fuerza", cuando eso se palpa en el ambiente y se nota ese feeling en el grupo (entrenador-jugadores), se suele trasladar a la grada y la afición se identifica con el equipo, generando una fuerza colectiva generalmente imparable. 

Algunas frases célebres que ensalzan la importancia de trabajar en equipo

1.- “El talento gana partidos, pero el trabajo en equipo y la inteligencia ganan campeonatos”, Michael Jordan.

2.- “Las fortalezas están en nuestras diferencias, no en nuestras similitudes”, Stephen Covey.

3.- “Son tres las cosas que le diría a un equipo para ayudarlo a mantenerse unido: Cuando algo resulta mal: yo lo hice. Cuando algo resulta más o menos bien: nosotros lo hicimos. Cuando algo resulta realmente bien: ustedes lo hicieron”, Paul “Bear” Bryant.12. 

4.- “Ninguno de nosotros es tan bueno como todos nosotros juntos”, Ray Kroc.

5.- “Si quieres ir rápido, ve solo. Si quieres llegar lejos, ve acompañado”, Proverbio africano.

6.- “Los cinco dedos separados son cinco unidades independientes. Ciérralos y el puño multiplica la fuerza. Ésta es la organización”, James Cash Penney.

7.- “Lo más hermoso del trabajo en equipo es que siempre tienes a otros de tu lado”, Margaret Carty.

8.- "Un equipo que habla en defensa son 6 jugadores que defienden", Moncho Monsalve.
9.- "El Baloncesto como deporte de equipo es un bonito principio que conviene vulnerar cuando a un jugador le está entrando todo", Blog Psicobasket.
10.- “Llegar juntos es el principio. Mantenerse juntos, es el progreso. Trabajar juntos es el éxito”, Henry Ford.