Echando vista atrás y
viendo el baloncesto actual comparándolo con el de los años ochenta el fondo de
armario de los equipos ACB y las rotaciones en el juego han variado
considerablemente y nada que ver con lo anterior, la mayoría de los equipos
tenían un cinco inicial fuerte con tres jugadores españoles y dos extranjeros y
las rotaciones a lo sumo eran como máximo de ocho jugadores (es decir una
rotación por puesto, si es que se daba), normalmente participaban en la mayoría
de los envites ocho jugadores, dos bases, tres aleros y tres pívots que se
repartían los minutos. Aunque las plantillas eran de doce jugadores, el resto
por lo general tenía poca participación, jugando solamente cuando se ganaba o
se perdía por mucho o en los minutos de la basura.
Afortunadamente y con el
paso del tiempo esto ha cambiado muy a positivo, la globalización en el deporte
con mayor número de extranjeros, comunitarios, etc, la mayor exigencia física
del baloncesto actual y por supuesto que los calendarios se hacen más largos
con Liga Regular, Play-Offs, Competiciones Europeas, etc, han modernizado la
estructuración de las plantillas y cualquier equipo que se precie tiene un
fondo de armario más amplio y competitivo.
El hecho de tener
plantillas largas que incluso para los más poderosos se elevan a más de doce
jugadores, garantiza que el nivel máximo siempre se pueda mantener y que
incluso pese a las lesiones, etc, los equipos mantengan su rendimiento de forma
intensa los cuarenta minutos de partido. Actualmente si miramos las
estadísticas de un partido cualquiera, es extraño ver jugadores que superen la
treintena de minutos de juego, las rotaciones suelen ser más alargadas y
permiten mantener la tensión en el juego en todo momento, regularizar los
esfuerzos y estar más frescos en los momentos culminantes del partido. Los
jugadores no se tienen que dosificar para no cargarse de faltas y ya se ha
hecho famosa la frase de “La segunda
unidad”, que por cierto a mí no me gusta demasiado. Porque de lo que se trata
bajo mi punto de vista es precisamente eso, que no se note que son la segunda
unidad.
Aito García Reneses fue el
gran precursor español en el uso de las rotaciones, aunque después les han
seguido otros muchos y al final la cuestión se ha generalizado, en España y en
Europa principalmente, cuando llegó George Karl al Real Madrid también llamo
mucho la atención sus métodos en este aspecto.
Pero hay cuestiones al
respecto que a mí no me convencen del todo y
que como entrenador siempre discuto con otros colegas, ¿no corremos el
riesgo de por obsesionarnos con las rotaciones no aprovechemos los momentos
buenos de los jugadores en los partidos? ¿Si un jugador está en racha hay que
sentarlo porque toca según el guión previsto que entre un sustituto? Y el caso
contrario, ¿si un jugador está jugando mal hay que mantenerlo a toda costa
porque no toca rotarlo? Sé que las rotaciones son actualmente aceptadas por
todos y que el baloncesto moderno no se concibe sin ellas, ¿pero siempre son
necesarias?
Otra cuestión que me hace
pensar, ¿están todos los equipos en iguales condiciones y circunstancias para
tener rotaciones de primera calidad? ¿O los superpoderosos como Real Madrid,
Barcelona, Unicaja, Laboral Kutxa, Pamesa Valencia, etc, están a un nivel
económico mucho más elevado y siempre estarán en situación de ventaja?
Acabo de ver en la tele el
partido Laboral Kutxa-FC Barcelona Lassa, por cierto que ha terminado con
victoria de los vitorianos tras una intensa prórroga y el fondo de armario y
las rotaciones de los equipos ha sido bestial, os pongo a continuación un
enlace para que podáis ver las estadísticas del partido y analicéis los minutos
de juego de cada jugador.
Por el FC Barcelona han
participado, Carlos Arroyo y Tomas Satoransky de bases, dos escoltas como Brad
Olesson y Pau Rivas, dos aleros como Stratos Perperoglou y Alex Abrines, dos
alas-pivots como Justion Doellman y Samardo Samuels y dos centers como Ante
Tomic y Shane Lawal, además Xavi Pascual no ha utilizado ni un segundo a Moussa
Diagne y Marcus Eriksson, para más inri Juan Carlos Navarro ni siquiera se ha
vestido. De ellos sólo dos jugadores han superado escasamente los treinta
minutos de juego Perperoglou y Doelllman, el resto ha estado entre veinte y
veinticinco minutos en pista excepto Abrines y Samuels que han estado alrededor
de doce minutos.
Por el Laboral Kutxa han
participado once jugadores, Fabian Caseur, Adam Hanga, Darius Adams y Kim
Tillie han estado en torno a 33 minutos en pista. Mike James, Senguelia, Darko
Planinic y Jaka Blazic han jugado más de diez minutos y Alberto Corbacho e
Ilimane Diop no han superado los cinco minutos, el único jugador que no ha
participado ha sido Mamadou Diop.
Si comparamos uno y otro
equipo el equipo teóricamente superior rota de forma algo diferente y los
jugadores están menos tiempo en pista, el equipo de Perasovic mantiene un
núcleo de cuatro jugadores más importantes un montante superior de minutos en
pista.
Esto no es sino un ejemplo
del poderío de los equipos en cuanto a su fondo de armario y la posibilidad de
rotar, ¿pero salen beneficiados de esta situación los jugadores españoles?, a
mi me parece que no mucho, pero eso será cuestión de otro debate en próximos
artículos.
ARTICULO PUBLICADO EN LA WEB DEL INFIERNO CORDOBÉS
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