sábado, 3 de junio de 2023

Brillante puesta en escena en Córdoba de la Selección Femenina de Baloncesto que se gustó y se mostró muy superior a Turquia

Lo cierto y real es que la Selección Española Femenina de Baloncesto minimizó y dobló en el marcador a una selección turca que en todo momento se vio superada por el vendaval de juego de las chicas de Miguel Méndez, que dicho sea de paso hicieron un partido muy completo desde el salto inicial hasta el pitido final. 


La importancia del ritmo

El primer cuarto fue una fotocopia calcada de lo que quedaba por delante. Acabó con un parcial de 16-6 y con absoluto dominio en defensa, en ataque y especialmente en el ritmo de partido. En la cancha se mostraban dos equipos con dos estilos de juego muy diferentes: 1) el equipo español con un baloncesto agresivo en defensa, rápido y veloz en el juego de intervalos (contraataque, transiciones, juego posicional y balance defensivo) y el equipo turco más lento y pesado que ni siquiera pese a su altura y corpulencia llegaba a dominar el rebote.

El entrenador turco Ekrem Memnun, lo intentaba todo usando hasta tres defensas distintas: 1) Individual, 2) Zona 2-3 y 3) Presión 2-2-1, pero era inútil porque la calidad técnica y táctica de las españolas era muy superior y ni que decir tiene del ritmo veloz que ejercía constantemente. 

La agresividad defensiva

España defendió de libro en individual los cuarenta minutos, tensión, agresividad, lucha por la posición y el rebote, buenos cara a cara en los 1c1, anticipación en as líneas de pase y buenas rotaciones y ayudas. Los parciales de cada cuarto fueron fiel reflejo de ese esfuerzo defensivo, (16-6), (38-15), (53-27) y (76-37). Dejar al equipo turco en tal escuálida anotación, creo que es más por mérito defensivo de a Selección Española que por una mala actuación turca, derrocharon ganas y voluntad pero se encontraron con un equipo español, compacto, que no daba ninguna concesión y que además elaboraba muy bien sus ataques. 


Desde atrás se construyó el ataque

Desde la defensa emergió el ataque español que en todo momento fue fluido y con un buen equilibrio interior-exterior. Independientemente de intención de correr que siempre estaba en las mentes de las hispanas, el juego posicional jugando con y sin balón era clarividente, todas participaban y todas se sentían importantes, de hecho los minutos estuvieron muy repartidos y la actuación coral bajo mi punto de vista, fue el rasgo mas definitorio e importante.

Me gustó el buen Spacing realizado, la circulación de balón de lado a lado, metiendo el balón dentro para generar hacia fuera, la sincronización de los sistemas, el aprovechamiento del Zipper y las salidas de los bloqueos indirectos, el trabajo del Pick and Roll, el buscar un pase más y la generosidad para buscar a la compañera desmarcada y con más ventaja.

Las estadísticas lo dicen todo

La manifiesta superioridad de las españolas se reflejó de forma relevante en las estadísticas del partido, 61,8 % en tiros de dos contra 34,8% del equipo turco, 7/16 en triples mientras que las otomanas sólo anotaron 1/9, 36 rebotes contra 29, 23 asistencias frente a 10 del rival, más balones recuperados, menos pérdidas y como dato final una valoración de 113 frente a 11. 


Las destacadas

Lo que más me gustó del seleccionado español, en el que por cierto no jugaron Cristina Ouviña, Maite Cazorla y Lola Pendande (la representante andaluza de la selección), fue su actuación coral con seis jugadoras en dobles dígitos de eficiencia (Alba Torrens, Maria Conde, Raquel Carrera, Leo Rodríguez, Paula Ginzo y Laura Quevedo), pero además las bases Silvia Domínguez. Leticia Romero y Carmen Vilaró (el rato que jugó en dicha posición), mostraron solvencia, Laura Gil demostró su calidad aun que hizo dos faltas muy pronto, Queralt Casas dejó detalles defensivos interesantes y la joven Nerea Hermosa (tiene una planta excelente), anotó sus primeros puntos con el combinado español.

En el equipo turco que para mí se vio desarbolado y tuvo una gris actuación,  las jugadoras que más me gustaron fueron la base Sevgi Uzun, la escolta Olkay Turgut y algunos detalles de su pívot Tilbe Senyürek.

Miguel Méndez

Hizo una buena dirección de partido y minimizó las prestaciones del rival al máximo, rotó bien a sus jugadoras, probó de base con Andrea Vilaró que lo hizo bien y hubo momentos de partido que jugó con un solo pivot nato y con Maria Conde o Alba Torrens de ala-pivot, por cierto la jugada le salió perfecta y no me extrañaría que jugar con cuatro exteriores y una interior sea un arma importante para el europeo que nos espera.

La impresión que da el equipo es que tienen las ideas claras, que juegan con criterio y saben delimitar bien sus fortalezas y debilidades, que juegan con disciplina y sabiendo lo que quieren y que están muy unidas en el empeño. Cuando pasa eso, está claro que la mano de su entrenador y su staff técnico tiene mucho que ver.

Enlace: Estadísticas del partido

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