La irrepetible saga de los Orozco: "Historia viva del baloncesto cordobés"

El último partido en el que estuve antes de que se suspendiera todo tipo de actividad deportiva, fue en la primera semifinal junior masculina de Córdoba entre Maristas y UCB.

En el equipo de Maristas había tres personas con el apellido Orozco, su entrenador Pablo Orozco y en la cancha dos jugadores eran sus propios hijos Gonzalo y Alex. En mi caso estaba sentado como ayudante en el banquillo de UCB.

(Jesús Orozco con muleta, su hermano Pepe a su derecha en una Gala de FAB-Córdoba)

Por unos momentos no pude dejar de pensar en la irrepetible "SAGA DE LOS OROZCO", seguramente no seré nada objetivo en lo que voy a narrar porque me puede el cariño a esta familia, pero creo que es de justicia reflejar aquí lo que han representado y siguen representando para el baloncesto cordobés.

Cuando yo daba mis primeros pasos en esto del baloncesto allá por el año 1970, conocí a los hermanos Jesús Orozco (padre de Pablo Orozco y abuelo de Gonzalo y Alex Orozco) y Pepe Orozco (padre de Raúl Orozco y con un nieto que juega actualmente a baloncesto en edad benjamin).

Jesús Orozco era en aquellos momentos uno de los mejores árbitros de Córdoba, dejó de arbitrar y comenzó a a entrenar al Córdoba OJE femenino con el que hizo una gran labor. Posteriormente Jesús Orozco fue el propulsor del baloncesto en Maristas Córdoba junto al hermano Carlos (q.e.p.d), CON ÉL EMPEZÓ TODO, Jesús Orozco estuvo muchos años coordinando y entrenando en Maristas, allí tuve la fortuna de compartir muchos años a su lado porque me llamaron para ser jugador de Maristas senior en categoría provincial y después me quedé como entrenador. De su mano comenzó la primera época gloriosa de Maristas, una época irrepetible en la que nos juntamos cinco entrenadores con mucha ilusión y también por qué no decirlo con muy buena preparación, poco a poco fue creando un club con mucha tradición y que otros con posterioridad han seguido haciéndolo grande. Jose Luis de los Reyes (q.e.p.d), Antonio Millán, Manolo González, Jesús Orozco y Eduardo Burgos, junto a la inestimable ayuda de los hermanos Carlos, Andrés, Serafín y Juanjo, fue el germen del actual Maristas, al que después se fueron sumando muchos otros buenos entrenadores hasta llegar al momento actual.

(Jesús Orozco con gafas, entrenador del Córdoba-OJE, un partido en la cárcel de Córdoba)

Con Jesús viví innumerables anécdotas, sin embargo hay una que jamás se me olvidará y que seguro que cuando él lea esto lo recordará, fuimos juntos en el año 1980 a Madrid a hacer el Curso Nacional de Entrenadores en su Citroén Tiburón, compartimos la misma habitación (eramos los dos únicos cordobeses en áquel curso), nos teníamos que examinar de técnica individual al día siguiente con Ramón Guardiola (ex-entrenador del Real Madrid) que era muy exigente en el tema de movimientos de píes de los pívots, nos tiramos toda la noche con una pelota de goma de sus hijos que trajo en metida en el maletero del coche, ensayando los movimientos de píes para el examen práctico.

Tres de sus hijos jugaron a baloncesto Pablo, Carlos y Javier, fui entrenador de los dos primeros, pero sin duda el que llegó mas lejos de todos fue Pablo al que entrené en dos épocas diferentes, la primera desde minibasket hasta cadetes (su generación fue excelente con jugadores como Pichi Arévalo, Rafa Asencio, Tapia, Víctor García, Fernando Martínez, etc). Precisamente a partir de cadetes, Jesús Orozco se hizo cargo de este equipo hasta que llegaron a juveniles (en aquellos tiempos no existía la categoría júnior). La segunda época que entrené a Pablo fue en Liga EBA con Pozoblanco en la temporada 1995-96 (por aquella época no existía la LEB y era la categoría que iba inmediatamente detrás de la ACB).  

Tras dejar Maristas, donde insisto Jesús Orozco hizo una labor descomunal, se trasladó a Peñarroya y allí consiguió una gran gesta metiendo el equipo en Tercera División y luego lo ascendió a Segunda División Nacional con gente como su propio hijo, Pedregosa, Sánchez, González, etc, manteniéndolo en la categoría al año siguiente. Tras dos años de descanso, Jesús volvió al conjunto peñarriblense haciéndose cargo de un equipo mini, pero tras unos meses y por una enfermedad respiratoria tuvo que dejar de entrenar.

(Pablo Orozco nº15, Maristas Infantil)

Pablo Orozco hijo de Jesús, fue un gran base que estuvo jugando hasta hace tres años pasados los cuarenta años, tuvo una importante trayectoria como jugador pasando además de por equipos como Maristas, por Cajasur en Primera B (época de Derick Gervin), Badajoz (Primera B),  Almendralejo, Peñarroya (2ª División), Pozoblanco (EBA), Moriles y Maristas de nuevo. Pablo destacaba por su disciplina y su fuerza de voluntad en los entrenamientos, su carisma y carácter en los partidos, incansable en sus esfuerzos defensivos, muy rápido al contraataque y con el tiempo fue adquiriendo cada vez mejor tiro exterior y dotes de dirección del juego. Sin ninguna duda un jugador muy importante del baloncesto cordobés.

(Cinco de la saga de los Orozco, Alex, Gonzalo, Pablo y Raúl (padre e hijo)

Actualmente sus dos hijos Gonzalo y Alex, son los dos exponentes mas representativos de la saga de los Orozco. Gonzalo el mayor es un jugador muy completo, polivalente y versátil que puede hacer y jugar de todo, sin duda uno de los jugadores mas determinantes del campeonato junior provincial, sin ir mas lejos en el partido citado al comienzo de este artículo contra UCB en tan solo 25 minutos en pista, fue el MVP del partido con 14 puntos anotados, 20 rebotes, 2 asistencias, 4 tapones y 34 de valoración. Su hermano Alex, aún en edad cadete, es un jugador con mucha clase, un base puro, fino, elegante, buena visión de juego y con mucho desparpajo, siendo cadete en la semifinal júnior en 19 minutos de juego, 17 puntos anotados, 4 rebotes, 2 recuperaciones, 1 tapón y 17 de valoración. Quizás necesita un poquito de mas potencia física, pero eso es algo que con el tiempo lo podrá conseguir. 

Pero la "Saga de los Orozco", no termina ahí ni mucho menos, Pepe Orozco (hermano de Jesús), en los años 1970 cuando yo lo conocí era un alero rápido y muy veloz contraatacando que también disponía de un excelente tiro exterior. En las filas del Cordoba OJE y posteriormente en el Juventud de Córdoba que creó Andrés López y entrenó Abilio, fue uno de los jugadores estandartes del ascenso a segunda división.

Los dos hijos de Pepe Orozco también jugaron a baloncesto, entrené a su hijo Raúl en Maristas por cierto también un excelente jugador que jugaba de escolta, tenía buen dominio de balón y penetraba  muy bien a canasta con ambas manos, en la temporada 1990-91 contra pronóstico fuimos campeones juveniles provinciales y fuimos a jugar una fase de Sector a Puerto Real inolvidable. Raúl siguió jugando posteriormente en diversos clubes provinciales hasta que finalmente se retiró, en la actualidad sigue ejerciendo como entrenador de un equipo benjamin de  Maristas en el que juega su hijo Raúl (nieto de Pepe Orozco).

(Raúl Orozco, otro de la gran saga)

Como ven una saga de baloncestistas digna de ser mencionada y por eso les he dedicado ese artículo, quizás en el mismo pueda haber alguna imprecisión por aquello de la memoria, pero está hecho con la mejor voluntad posible. 

He contado una saga de nueve personas que han jugado, arbitrado o entrenado en el mundo del baloncesto, Jesús y Pepe (abuelos), (Pablo, Carlos, Javier y Raúl, hijos) y (Gonzalo, Alex y Raúl, nietos), y además con el dato curioso que todos han pasado por Maristas Córdoba, pocas generaciones pueden repetir este hecho, seguramente seguirá la saga con el paso del tiempo, pero eso lo tendrán que contar los nuevos OROZCO. ¡Felicidades!