El deseo y la defensa

Desde pequeño tengo una frase grabada en mi cabeza que me decían mis entrenadores, "Defender es querer", no se podría describir mejor lo que significa en el plano defensivo para un equipo ese deseo, esa tensión, esas ganas de querer defender, ese orgullo de sacrificarse y de esforzarse al máximo de las capacidades individuales al servicio del equipo.

Atacar le gusta a todo el mundo pero defender bastante menos, aunque todo hay que decirlo la defensa no solo es cuestión de "deseo", de "querer" y de echarle "bemoles" , la defensa debe ser enseñada y entrenada, si me apuráis hasta mucho mas que el ataque ya que los jugadores esto casi lo hacen por inercia y aparentemente necesita de menos aprendizaje.

La palabra deseo establece una correspondencia reciproca con la palabra agresividad, esa actitud que conduce al jugador a subir su nivel defensivo, a estar mas tenso, mas concentrado, ese esfuerzo máximo, esa lucha infatigable y constante, es lo que unido al esfuerzo colectivo hace conseguir acercarse al umbral de una excelente y gran defensa.

El deseo está limitado por la condición física, a medida que pasan los minutos de un partido podemos acusarlo y bajar el nivel de intensidad defensiva, perdemos capacidad para desarrollar la técnica-táctica individual defensiva y llegar a tiempo y de ahí que en el baloncesto actual las rotaciones tengan tanta importancia, mantienen la frescura de un equipo (especialmente importante en los momentos críticos) y reparten adecuadamente los esfuerzos.

Aunque las jugadas espectaculares en ataque se lleven mas aplausos desde la grada, también es cierto que cada vez se valora y premia mas el esfuerzo defensivo (oimos gritar desde la grada ¡defensa! ¡defensa!, que hace años era impensable), los entrenadores si que le damos esa importancia y el jugador es consciente de ello, incluso los compañeros también suelen hacerlo (aunque haya algún egoista que otro que solo mira su estadística), lo que si es real y que nadie discute es que el buen defensor contagia a los demás, su deseo, sus ganas y su intensidad, cuando se motivan los cinco jugadores del campo tendremos mucho terreno ganado. 

El deseo es un factor que cada cual controla y no es lo mismo que el tiro o el pase o el bote poner algunos ejemplos que tenemos que entrenarlos para mejorarlos. la mejora del deseo está en el cerebro de cada uno pero se activa y se pone en acción con el corazón y con el alma. Cuando defendemos bien hay muchos factores emocionales que lo hacen posible y el deseo es el primero, como también podíamos hablar, de disciplina, agresividad, resistencia, etc. 

A lo largo de mi carrera deportiva como entrenador he visto y he tenido a mis órdenes equipos que defendían muy bien con pocas cosas, porque el deseo y las ganas de defender suplian y camuflamaban muchas carencias. También me ha pasado lo contrario, equipos que conocian y dominaban los aspectos técnicos y tácticos defensivos, no tenían el deseo necesario y se estrellaban. Aunar ambas cosas debe ser el objetivo de cualquier entrenador que se precie.

Para defender bien, además del deseo y de las ganas, tenemos que tener fé, debemos tener una buena comunicación y hay que ser inteligentes. De estos factores os iré hablando de forma paulatina.

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