Si el jugador se entretiene desea que llegue la hora de entrenar

Este texto que voy a escribir no es mío, en concreto lo cogí de una antigua separata técnica editada en los inicios de la Asociación Española de Entrenadores de Baloncesto y fue escrito por Jose Antonio Gasca, un entrenador guipuzcano que fue fundador, directivo y entrenador de los dos equipos de baloncesto que tuvo la ciudad de San Sebastián en la Liga Española de Baloncesto; Atlético San Sebastián y Askatuak. Además fue, junto con Eduardo Portela, el impulsor y fundador de la ACB.

Murió de forma prematura a los 45 años de un derrame cerebral y se le consideraba un visionario, gran conocedor del juego, un buen estratega y un gran motivador. 

Gasca fue conocido en el mundillo baloncestístico casi tanto por sus grandes cualidades como entrenador, como por sus continuos enfrentamientos con los estamentos deportivos. Especialmente duros fueron sus enfrentamientos con la Federación Española de Baloncesto y específicamente con Raimundo Saporta su eterno presidente.

Estoy deseando que llegue la hora del entrenamiento

El entrenador debe de saber reconocer las señales de alarma del aburrimiento de su grupo. Jugadores que se entretienen sin razón en el vestuario, un bostezo que se escapa, demasiadas bromas,un gancho desde el sobaco, un excesivo apretar de dientes. El entrenador debe tener "sus sensores" conectados y disponer del cambio de música que se impone.

El entrenador se puede comparar a muchas cosas una de ellas es con el rol de un disc-jockey. El hombre que está con los cascos puestos, la mirada viva, alerta a todos los detalles, llevando el ritmo con los dedos, diciendo una broma de vez en cuando, cambiando el disco, en cuanto el ritmo baja moviendo las luces, en fin entreteniendo al personal.

La gente viene a jugar a esto para entretenerse, para olvidarse de todo y estar entretenido, para no pensar que mañana tiene un examen o que estará haciendo su novia, que le han devuelto una letra, que hará el día de mañana cuando se acabe el baloncesto o como se lo estará pasando su cuadrilla, si no consiguen que se entretengan es que no es bastante buen entrenador para ese equipo.

Dos soluciones, o inventa e investiga, o baje un escalón o dos categorías en la que entrena, cambie de edad o de sexo pero entretenga al personal, aunque sea probando en otras plazas donde no conozcan sus chistes. Pero si lo hace buscando cada día uno nuevo y apuntándolo, tendrá un repertorio para siempre y casi, casi, propio por lo menos para sus espectadores que es lo que cuenta. 

Texto de José Antonio Gasca (q.e.p.d)

Nota del blog: "Sorprende a tus jugadores, que nunca sepan lo que se van a encontrar en cada  entrenamiento, huye de la rutina y de ejercicios manidos y repetidos, busca situaciones de entrenamiento que hagan al jugador pensar y tomar decisiones adecuadas"