Una superstición es una creencia en hechos sobrenaturales. Surge cuando se atribuyen poderes extraordinarios a ciertos objetos y se busca en ellos la explicación a algunos sucesos sorprendentes, como las coincidencias.
También se consideran supersticiones ciertas creencias en materia religiosa que a veces se llevan hasta extremos ridículos, llegando al fanatismo.
Hay muchos ejemplos de tipo popular al respecto: No pasar por debajo de una escalera, mala suerte si se te cruza delante un gato negro, martes y 13, etc, etc.
En el deporte son muy habituales las supersticiones, manías y rituales que tienen tanto jugadores como entrenadores.
Algunas supersticiones de deportistas publicadas:
-Gennaro Gattuso, centrocampista de Italia en 2006, usaba el mismo suéter desde el primer día, pese a tener que aguantar temperaturas altas.
-John Terry, defensa de Inglaterra en 2006, se sienta en el mismo lugar del autobús, se da tres vueltas de cinta alrededor de las medias y escucha siempre el mismo CD camino al estadio.
-Luis Aragonés, seleccionador de España en 2006, no puede ver el color amarillo y rechazaba que su equipo juegue con ese color como uniforme alternativo, porque pensaba que traía mala suerte.
- Carlos Bilardo, seleccionador de Argentina en 1986 y 1990, llevaba una estatua de la virgen de Luján a la cancha. Además, prohibía luego a sus jugadores comer pollo en las concentraciones porque traía mala suerte. También respetaba a rajatabla la misma vestimenta, los lugares en el autobús e incluso la ruta hacia el estadio.
-René Higuita, portero de Colombia en 1990, usaba siempre un calzoncillo azul, ese que lo llevó a la cumbre de América con Atlético Nacional de Medellín a fines de la década del ochenta.
Si nos centramos en el baloncesto:
-La desconocida frase que recita J. Garbajosa cada vez que realiza un tiro libre.
-Bullock no choca ni permite bajo ningún concepto que el día de partido ni durante el mismo, alguien toque su mano derecha (la de tiro).
-Realizar varios tiros hasta marcar, justo cuando sus compañeros se dirigen a recibir las últimas órdenes para comenzar el encuentro.
-Seguir siempre el mismo ritual de partido que empieza desde la casa, continua en el vestuario y se prolonga hasta el inicio de partido.
-Rezar en los momentos previos de partido.
-Pisar el campo con el pié derecho.
-Usar siempre la misma ropa hasta que haya una derrota.
-Ducharse antes de comenzar el partido.
También se consideran supersticiones ciertas creencias en materia religiosa que a veces se llevan hasta extremos ridículos, llegando al fanatismo.
Hay muchos ejemplos de tipo popular al respecto: No pasar por debajo de una escalera, mala suerte si se te cruza delante un gato negro, martes y 13, etc, etc.
En el deporte son muy habituales las supersticiones, manías y rituales que tienen tanto jugadores como entrenadores.
Algunas supersticiones de deportistas publicadas:
-Gennaro Gattuso, centrocampista de Italia en 2006, usaba el mismo suéter desde el primer día, pese a tener que aguantar temperaturas altas.
-John Terry, defensa de Inglaterra en 2006, se sienta en el mismo lugar del autobús, se da tres vueltas de cinta alrededor de las medias y escucha siempre el mismo CD camino al estadio.
-Luis Aragonés, seleccionador de España en 2006, no puede ver el color amarillo y rechazaba que su equipo juegue con ese color como uniforme alternativo, porque pensaba que traía mala suerte.
- Carlos Bilardo, seleccionador de Argentina en 1986 y 1990, llevaba una estatua de la virgen de Luján a la cancha. Además, prohibía luego a sus jugadores comer pollo en las concentraciones porque traía mala suerte. También respetaba a rajatabla la misma vestimenta, los lugares en el autobús e incluso la ruta hacia el estadio.
-René Higuita, portero de Colombia en 1990, usaba siempre un calzoncillo azul, ese que lo llevó a la cumbre de América con Atlético Nacional de Medellín a fines de la década del ochenta.
Si nos centramos en el baloncesto:
-La desconocida frase que recita J. Garbajosa cada vez que realiza un tiro libre.
-Bullock no choca ni permite bajo ningún concepto que el día de partido ni durante el mismo, alguien toque su mano derecha (la de tiro).
-Realizar varios tiros hasta marcar, justo cuando sus compañeros se dirigen a recibir las últimas órdenes para comenzar el encuentro.
-Seguir siempre el mismo ritual de partido que empieza desde la casa, continua en el vestuario y se prolonga hasta el inicio de partido.
-Rezar en los momentos previos de partido.
-Pisar el campo con el pié derecho.
-Usar siempre la misma ropa hasta que haya una derrota.
-Ducharse antes de comenzar el partido.
-Apagar luces del vestuario y oír música a todo volúmen en los cascos.
En mi caso personal también las he tenido y aún las conservo:
-Tengo una camisa que me da siempre buena suerte y que conservo mas de 20 años, lo malo es que mi mujer quiere que vaya a la basura y de vez en cuando tengo trifulcas con ella (pero la sigo conservando).
-También tengo una corbata horrorosa que es de alguna manera mi amuleto de la suerte en las finales.
-Pero la que mas sigo es la de establecer siempre una misma rutina antes de los partidos (algo difícil de explicar), pero entre otros detalles es la de seguir siempre la misma ruta hacia el punto de partida (sea hasta el Pabellón o el autocar que nos desplace).
Podríamos seguir enumerando muchas mas, pero os emplazo a que en la sección de comentarios enviéis aquellas que consideréis interesantes por curiosas para publicarlas en el blog, ahora que estamos en periodo vacacional puede ser una actividad ciertamente divertida.
¿Realmente son las supersticiones las valedoras de nuestros logros?
Creo realmente que no tienen casi nada que ver con ganar los partidos. Lo que suele comenzar con tonterías o casualidades termina por convertirse en "argumentos" que hacen camuflar nuestras inseguridades y que en algunos casos nos transmiten confianza para afrontar los partidos y competiciones.
Pueden tener connotaciones positivas (el azar y las casualidades siempre existen), pero tienen también el peligro de convertirse en obsesiones irracionales que nada tienen que ver con el rendimiento deportivo. Tengamos racionalidad y sentido común que como siempre con toda seguridad en el término medio estará la virtud.
En mi caso personal también las he tenido y aún las conservo:
-Tengo una camisa que me da siempre buena suerte y que conservo mas de 20 años, lo malo es que mi mujer quiere que vaya a la basura y de vez en cuando tengo trifulcas con ella (pero la sigo conservando).
-También tengo una corbata horrorosa que es de alguna manera mi amuleto de la suerte en las finales.
-Pero la que mas sigo es la de establecer siempre una misma rutina antes de los partidos (algo difícil de explicar), pero entre otros detalles es la de seguir siempre la misma ruta hacia el punto de partida (sea hasta el Pabellón o el autocar que nos desplace).
Podríamos seguir enumerando muchas mas, pero os emplazo a que en la sección de comentarios enviéis aquellas que consideréis interesantes por curiosas para publicarlas en el blog, ahora que estamos en periodo vacacional puede ser una actividad ciertamente divertida.
¿Realmente son las supersticiones las valedoras de nuestros logros?
Creo realmente que no tienen casi nada que ver con ganar los partidos. Lo que suele comenzar con tonterías o casualidades termina por convertirse en "argumentos" que hacen camuflar nuestras inseguridades y que en algunos casos nos transmiten confianza para afrontar los partidos y competiciones.
Pueden tener connotaciones positivas (el azar y las casualidades siempre existen), pero tienen también el peligro de convertirse en obsesiones irracionales que nada tienen que ver con el rendimiento deportivo. Tengamos racionalidad y sentido común que como siempre con toda seguridad en el término medio estará la virtud.
genial entrada, Ed..!!
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