Lograr que los jugadores entiendan el juego, un reto apasionante

Hay muchos jugadores que dominan la técnica de los fundamentos perfectamente, sin embargo no saben leer ni interpretar en cada instante la opción mejor (no dominan la táctica individual). Como entrenadores debemos inculcar a nuestros jugadores que en muchas ocasiones no hay una sola solución a un problema del juego (independientemente de la categoría en que se juegue y la presión a que estén sometidos).

Entender el juego

Posiblemente junto a la gestión del grupo sea el reto más importante que como entrenadores tenemos. Este aspecto del juego se relaciona del todo con la introducción anterior, está claro que que saber leer e interpretar lo que se tiene delante y como consecuencia elegir lo que mas nos interese tendrá como respuesta una toma de decisión mas o menos adecuada en función de como el jugador conozca y entienda el juego.

Los entrenadores tenemos mucho que aportar en este aspecto y en ello tendrá mucho que ver: 1) nuestra capacidad para transmitir, 2) nuestra capacidad para convencer, 3) nuestra maestría para dejarle desarrollar su creatividad y sus iniciativas, 4) nuestra habilidad e inteligencia para buscar en los entrenamientos escenarios adecuados con ejercicios estratégicos y tácticos que les hagan pensar y que favorezcan su inteligencia táctica y 5) tener la paciencia necesaria para admitir que aunque el jugador se pueda equivocar en las primeras fases, si les damos la confianza necesaria a la larga estaremos construyendo jugadores mas completos y de mayor inteligencia táctica. 

Cuando veo que un jugador mío entiende y conoce el juego, que en los entrenamientos y en los partidos me plantea interrogantes que me hacen  darle vueltas a la cabeza y que incluso por qué no decirlo me hace aprender también, disfruto como un enano y pienso que eso le da mucho sentido a mi papel como entrenador.

Hacer entender el juego a los jugadores es primordial y esencial, ojo que desde chiquitito crece el arbolito, (inculcarlo desde minibasket no es ninguna barbaridad, eso sí en su justa proporción), además de enriquecerlos técnica y tácticamente, favorece el juego en equipo y mejora la cohesión del grupo, el jugador se da cuenta que crece en su dimensión táctica, se siente más fuerte y adquiere mayor seguridad, se motiva más y se siente más importante. Y aunque nos parezca mentira, se siente más a gusto con su entrenador y con el tiempo aprende que entender el juego es el mejor sistema de ataque de defensa y ataque se puede tener.