Gracias a mis espartanas del Deza Maristas por devolverme la ilusión

Aunque hablar de uno mismo y de lo que hace no me gusta demasiado porque se corre el riesgo de no ser demasiado objetivo, no quiero desaprovechar la ocasión de agradecer a mis jugadoras del Deza Maristas a las que suelo llamar "mis espartanas", el como me han recibido en el escaso mes y medio que llevo entrenándolas, su respuesta, su compromiso y su implicación hasta el momento.

Hemos conseguido clasificarnos terceras de grupo cara al play-off final por el ascenso y nos ha costado mucho (cuando las cosas se consiguen con esfuerzo saben mejor), creo con sinceridad que es el objetivo mínimo que debía conseguir este equipo y sería por mi parte no reconocer el trabajo previo de Chany del Rey su anterior entrenador (con él han disputado 14 partidos y conmigo sólo 4), por supuesto de Víctor Fernández (preparador físico y ayudante todo la temporada antes con Chany y ahora conmigo) y de David Caballero (joven entrenador y segundo ayudante).

Pero las verdaderamente protagonistas de este logro son las jugadoras, empezando con las bases y timoneles del equipo la profesora rambleña Carmen Casas (gran dominio de balón y visión de juego), Ana Rodríguez (la ilusión y las ganas al poder, rápida y lista) y la junior Carmen Moreno (siempre con ganas de aprender), siguiendo con las aleros y escoltas Raquel Pérez (la gran referente, francotiradora y carismática capitana), Paula Rodríguez (una cosaca defendiendo), Carla Torrubia aún en edad junior e hija del histórico Pepe Torrubia (mucha clase), Bea Jiménez (amor propio y tesón saliendo de una lesión grave) y la cadete Aurora Santaella que ya juega con las mayores con una una proyección magnífica sisigue trabajando con humildad sin perder su desparpajo y terminando por las pivots la montillana Carmen Castro (fuerza y pundonor a raudales), Rafi Gutiérrez de una saga prolífica de baloncestístas (si quiere marca diferencias), las carloteñas Maria Castro (se mueve muy bien bajo aro, lástima no tuviera diez centímetros mas) y Mari Carmen Garrido toda una enfermera que trabaja a destajo bajo tableros, la joven Carmen Rider con una familia muy marcada por el basket con mucha progresión por delante), y Aurora Luque (rocosa en defensa), toda una cardióloga que hace jeroglíficos continuos para entrenar y compaginar las guardias.

Ayer ganamos en Candray en un partido que para nosotros era el ser o no ser por (22-69) y jugamos tres primeros cuartos con un buen baloncesto, con rapidez, con intensidad, con buen equilibrio defensa-ataque y de juego interior-exterior. Sin embargo en el último cuarto quizás el equipo se relajó demasiado, nos dejamos ir y no lo hicimos nada bien. Es cierto porque todo hay que decirlo que el rival tenía algunas bajas importantes, pero en la pista nadie te regala nada y ese equipo con bajas llegaba tras dos victorias consecutivas y era séptimo del play-off.

Ahora darán comienzo octavos de final de cara a la Final Four por el ascenso, nos ha tocado eliminarnos con Andújar por sistema copa, la próxima semana en Jaén y la siguiente en Córdoba. Conseguido el primer objetivo nos preparamos a fondo para conseguir el segundo que no es otro que pasar a cuartos de final, pero como ha hecho famoso Simeone vayamos partido a partido y no hagamos las cuentas de la lechera. El rival tendrá la mismas aspiraciones que nosotros y la información que me llega es que se trata de un buen equipo, no será nada fácil pero nuestra ilusiones trabajar a fondo estas dos próximas semanas e intentar superarles, por ganas y trabajo no va a quedar.

Gracias espartanas, orgulloso de ustedes pero esto no ha hecho nada mas que empezar, a seguir currando y a darlo todo en cada entrenamiento y partido. Estaba retirado y me habéis devuelto la ilusión, cada vez mas contento de trabajar con este maravilloso grupo.