¿Qué hacemos cuando disponemos de pocos jugadores para entrenar?

La situación que voy a descubrir la hemos sufrido todos los entrenadores en alguna ocasión que otra, incluso hay temporadas que por la casuística o por las lesiones o por las circunstancias que sean, el problema se alarga más de la cuenta y pasamos las de Caín, ¿qué hacemos cuando tenemos pocos jugadores para entrenar? 

En el terreno profesional cuando las plantillas son largas, tenemos a veces un equipo filial o júnior del que poder echar mano y la situación se puede camuflar y medio soportar, pero a veces no es tan fácil si la programación de horarios y entrenos de las dos categorías porque no está bien planificada y orientada. 

En el terreno amateur o equipos de formación la situación se complica mucho mas, porque no es fácil poder echar mano de los jugadores de la categoría inmediata inferior, suelen ser estudiantes con muy poco tiempo disponible para poder alternar con los dos equipos, a lo mejor un día puntual se busca la solución pero si es de forma continuada todo se complica más, la solución de enviar unos días a unos jugadores a un equipo y otros días a otro, tampoco ayuda mucho (hay que ayudar e integrar a cada nuevo jugador que llega y esto conlleva en cierto modo dedicar tiempo a algo que no estaba previsto), en ocasiones también nos encontramos con el típico entrenador de turno que piensa que los jugadores son suyos y no del club y pone toda clase de impedimentos para ayudar al equipo superior (aunque os parezca extraño a mi me ha pasado esto en alguna ocasión). 

Ante esta tesitura, ¿qué hago para sacar el máximo jugo al entrenamiento? ¿de qué manera consigo la mayor eficacia en mi trabajo? 

Lo primero y más importante es tener educados y aleccionados a los jugadores para que con la máxima urgencia posible nos avisen de que van a faltar a los entrenamientos, eso es básico y capital porque nos permitirá modificar o cambiar la planificación del entrenamiento antes de nuestra llegada al mismo. 

Si tenemos dudas del número real de jugadores que vayamos a tener o incluso sabemos que alguno se incorporará tarde y en una fase del entrenamiento tenemos un número determinado de jugadores y en otra este número cambia, prepararemos un entrenamiento alternativo en función de las circunstancias que hayamos previsto.   

Es muy importante si tenemos una planificación a medio o largo plazo adecuarnos a lo programado en la sesión y adaptar los ejercicios al número de jugadores sin que se pierda la visión general de lo que se quería hacer. Lo que nunca se debe hacer es improvisar de cualquier manera para pasar el tiempo y acabar el entreno de cualquier manera, ni mucho menos hacer un entrenamiento más relajado porque hayan venido pocos jugadores, no hay por qué disminuir la intensidad habitual de nuestro trabajo diario. 

Por supuesto tampoco nos tenemos que decepcionar o desilusionar por ello, hay que estar mentalizados de que desgraciadamente es una situación que puede ocurrir, a todos nos gusta trabajar con 10 jugadores o mas (la frase de que no puedo hacer nunca 5c5 y no puedo preparar los partidos la habréis dicho y oído más de una vez), craso error y mas decirla en público delante de los jugadores porque estos asocian esto a que si hay menos de diez jugadores ya casi me voy a aburrir de hacer físico y técnica individual y su predisposición al entreno baja muchos enteros. 

Debemos tener por tanto una buena actitud ante lo que se nos presenta y tratar de sacar partido de la situación de la forma más constructiva posible. Independiente del trabajo de los fundamentos programado, es una ocasión muy propicia para ese tipo de trabajo que a veces no podemos realizar para la mejora de la técnica individual de cada jugador y hay que saber aprovecharlo. 

Si no tenemos diez jugadores y queríamos entrenar táctica de equipo, podemos desgranar los sistemas de ataque y defensa en series fraccionadas de ejercicios de manera que al final trabajemos lo inicialmente programado con ejercicios de 2c2, 3c3 ó 4c4. 

Si dentro de nuestro sistema tenemos bloqueos directos, podemos adecuar los ejercicios para entrenar con 4, 6 u 8 jugadores (los conceptos son los mismos prácticamente que con 5c5), lo mismo ocurre si queremos trabajar bloqueos indirectos del tipo que sean (para ello trabar 3c3, con 6 o 9 jugadores es muy útil, fácil y cómodo), si somos hábiles y meticulosos podemos hacer un pequeño cambio en nuestro sistema para trabajar 4c4 con 8 jugadores. 

Cuando el número de jugadores es impar (5, 7 y 9), podemos buscar trabajar situaciones de contrataque y transiciones con y sin defensa, en esa situación podemos inventar trabajo en inferioridad numérica, 3c2, 4c3 y 5c4, e incluso situaciones de igualdad en función de que corramos hacia una canasta u otra.